Nunca hasta ahora el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, había accedido a pronunciarse sobre la situación política de Cataluña. Este martes, ante el pleno del Comité de las Regiones, a escasas horas de la importante comparecencia de Carles Puigdemont ante el Parlament, ha roto su silencio con un mensaje claro y rotundo: “Le pido que respete el orden constitucional y que no anuncie una decisión que haga el diálogo imposible”, ha advertido con solemnidad en relación a una posible Declaración Unilateral de Independencia.

Ha sido ante el pleno del Comité de las Regiones, el foro que reúne a las regiones europeas. El conservador polaco, europeista convencido y firme creyente del lema ‘unidos en la diversidad’, ha instado al presidente catalán a poner el acento “en lo que nos une y no en lo que nos separa”, ha insistido. “La diversidad no tiene por qué llevar al conflicto, un conflicto cuyas consecuencias sería malas para los catalanes, para España y para el conjunto de Europa”, ha alertado entre aplausos.

El máximo responsable del Consejo Europeo, ex primer ministro de Polonia y miembro del movimiento Solidarinosc, ha lanzado un llamamiento en primera persona. Ha explicado que hace unos días le pidió al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que “buscara una solución al problema sin recurrir a la fuerza porque la fuerza de los argumemtnos es siempre mejor que el argumento de la fuerza”. Como miembro de una minoría étnica, regionalista y “hombre que conoce como se siente uno cuando lo golpea la policía” este martes ha lanzado un contundente mensaje a Puigdemont.

LA COMISIÓN MANTIENE SU POSTURA

Por su parte, la Comisión Europea ha eludido este martes especular sobre su posible reacción ante la Declaración Unilateral de Independencia de Cataluña pero como ya hiciera el vicepresidente Frans Timmermans la semana pasada ante el pleno del Parlamento Europeo ha vuelto a pedir diálogo a Madrid y Barcelona. “Hacemos un llamamiento al diálogo, a salir lo más rápido posible de la confrontación, y regresar al diálogo”, ha urgido un portavoz comunitario.

Pese a este llamamiento el Ejecutivo comunitario no ha modulado ni alterado su mensaje. Parte de la base de que “el escrutinio” del 1-0 no fue legal, insiste en que se trata de una cuestión interna del Estado español, reafirma la doctrina del expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi según la cual una región que se independice de un Estado miembro quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea, y mantiene su confianza en la capacidad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de resolver “este delicado proceso bajo un pleno respeto de la Constitución español y los derechos fundamentales básicos de los ciudadanos”..

A partir de aquí la Comisión Europea ha vuelto a subrayar que “la violencia no puede jamás ser un instrumento político” y que lo que toca ahora es dialogar. “No vamos a especular sobre lo que pueda pasar esta tarde. Veamos lo que ocurre y después veremos”, ha asegurado Alexander Winterstein.