El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha aprovechado la toma de posesión de los miembros del Govern para avisar de los objetivos de su Ejecutivo. En un acto que supone el fin del vigor del artículo 155, y mientras ofrecía a Pedro Sánchez una negociación “de gobierno a gobierno”, Torra se comprometía a “avanzar de acuerdo con el referéndum del 1 de octubre”, y a trabajar por “un Estado independiente en forma de república”.

La toma de posesión de los nuevos ‘consellers’ de la Generalitat se ha convertido en un acto de homenaje a los miembros del anterior Govern presos y desplazados al extranjero. Después de transigir en el nombramiento de personas sin mácula judicial, como le exigía el Gobierno español para levantar el artículo 155, el ‘president’ Quim Torra y sus asesores han querido organizar una última ceremonia de desagravio a los perjudicados.

Lejos de la sobriedad de la toma de posesión de Torra, que apenas duró tres minutos, el acto de este sábado ha tenido de nuevo por escenario el fastuoso salón Sant Jordi del Palau. Los familiares de los presos han tomado el protagonismo desde el principio. En un espacio decorado con lazos amarillos en recuerdo de los ausentes, la hija de Lluís Puig, la hermana de Toni Comín y las esposas de Jordi Turull y Josep Rull han leído cartas de sus familiares en las que explicaban por qué asumían su relevo en los Departamentos del Govern que ocuparon hasta octubre.

Todos ellos han subrayado que consideraban que el objetivo de la restitución se había cumplido, y han puesto en duda el funcionamiento de la democracia española.

Después han tomado posesión del cargo los nuevos miembros del Govern. Todos lo han hecho usando la misma fórmula: prometiendo, a petición de Torra, “cumplir fielmente de acuerdo con la ley, al servicio de Catalunya y con lealtad al president” sus cometidos. El vicepresidente y ‘conseller’ de Economia, Pere Aragonès, y la ‘consellera’ de Presidència y portavoz Elsa Artadi son las cabezas visibles del Ejecutivo.

Torra ha finalizado el acto con un discurso que parecía escrito desde Waterloo, donde ha fijado su residencia su antecesor y mentor Carles Puigdemont. El nuevo ‘president’ ha afirmado que el anterior Govern cayó mediante “un golpe contra la democracia”. “Vosotros, familiares y amigos, pagáis el precio de la represión del Estado. Los presos y exiliados son un faro de este Govern y de una mayoría del pueblo de Catalunya”, ha añadido.

Tras recordar en varias ocasiones la jornada del 1 de octubre, Torra ha asegurado que tiene “un mandato republicano que hay que cumplir” y que “la república será la casa de todos”. Y se ha despedido con un “visca Catalunya lliure”.

Ese grito cerraba el acto de toma de posesión el nuevo Ejecutivo catalán. La intervención de la Generalitat a manos del Gobierno español, en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ya es historia.