La revista TIEMPO dedica esta semana la portada a Irene Montero, la jefa de gabinete de Pablo Iglesias y, tras la asamblea de Podemos en Vistalegre, la mujer más poderosa del partido morado. Con el título “La reina de Podemos”, TIEMPO lleva en su portada una fotografía de Montero sentada en una especie de trono.

En el reportaje que la revista publica en páginas interiores se cuenta cómo Montero conquistó a Pablo Iglesias, del que es pareja sentimental desde 2015, apenas un año después de conocerse en un programa de televisión. De ahí que desde el sector afín a Íñigo Errejón se le califique como la Yoko Ono de Podemos.

Además, TIEMPO desvela detalles curiosos sobre la vida de Montero: estudió en un colegio sin libros, ingresó a los 16 años en las juventudes comunistas y fue activista de la Plataforma Antidesahucios, donde defendió una línea mucho más dura que la sostenida por Ada Colau, que era más proclive a negociar con los bancos.

GUERRA INSINÚA QUE HAY QUE SUSPENDER LA AUTONOMÍA DE CATALUÑA

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra cree que ha llegado el momento de aplicar la Constitución con todas sus consecuencias para impedir la deriva secesionista de Cataluña y aplicar el artículo 155 de la Carta Magna, que prevé la toma del control desde Madrid de cualquier autonomía que atente gravemente contra el interés general de España.

En un artículo publicado este viernes por la revista TIEMPO, Guerra afirma: “Se recurre a una entelequia de apelación al diálogo mientras el nacionalismo da pasos cada día hacia la ruptura de la nación. ¿Por qué se ignora que la Constitución establece los mecanismos para solucionar los casos en los que las autoridades no cumplen con las responsabilidades mandatadas mediante elecciones libres y democráticas? No es fácil entender que Gobierno y partidos constitucionalistas no exploren esa posibilidad”.

Según Guerra, “el Gobierno de España ha optado por una complaciente espera, bajo la creencia de que las cosas se arreglarían solas, postura cómoda e irresponsable, pues el resultado está a la vista. El nacionalismo ha interpretado esa pasividad como un signo de debilidad y ha contestado con una escalada de provocaciones y amenazas”. Y remata: “Con este panorama, no se puede seguir contemplando el horizonte. Es hora de cambiar de estrategia […] y actuar en consecuencia”.

Asimismo, el exvicepresidente del Gobierno con el PSOE califica de “acto antidemocrático” la manifestación convocada hace unos días para apoyar a Artur Mas cuando fue interrogado por el Tribunal de Justicia de Cataluña. “Es un acto que señala que en Cataluña no hay una situación normal de democracia”, argumenta Guerra. “No pueden dar un golpe a las normas de convivencia estableciendo unilateralmente una nueva realidad política”.