El pleno del Senado ha aprobado este miércoles el nombramiento de los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional en virtud del pacto alcanzado por el PP y el PSOE, y lo ha hecho con el plante de los senadores de buena parte de los demás grupos que se han quejado de que se trata de una "farsa".

De ese modo, se incorporan al Constitucional el exfiscal general de Estado, Cándido Conde-Pumpido; la catedrática de Derecho Constitucional María Luisa Balaguer, y el catedrático de Derecho del Trabajo Alfredo Montoya. El cuarto elegido, es el actual miembro del TC Ricardo Enríquez, quien entró en el tribunal en 2014 pero debía renovar su plaza porque sustituía al fallecido Francisco Hernando.

Los cuatro han contado con el aval de tres quintas partes de la Cámara gracias al voto de los senadores del PP y del PSOE, partidos que pactaron los nombres de los nuevos candidatos, elegidos entre los quince juristas de reconocida competencia que propusieron las asambleas autonómicas.

LA VOTACIÓN

Los senadores de Podemos, ERC, PNV y PDeCAT han rechazado participar en la votación, en tanto que el voto de la senadora de Nueva Canarias María José López Santana ha sido nulo por escribir en la papeleta: "Por un Tribunal Constitucional paritario". Los dos candidatos avalados por el PP (Montoya y Enríquez) han logrado 207 de los 218 votos emitidos; Balaguer ha cosechado 204 y Conde-Pumpido se ha quedado en 197. Todos ellos por encima del mínimo de 160 votos que debían obtener. Se han registrado diez votos en blanco y el mencionado voto nulo, según ha informado el presidente de la Cámara, Pío García-Escudero.

El Senado ha culminado así la renovación de un tercio de los doce integrantes del Constitucional con un agrio debate en el que los grupos minoritarios han afeado a populares y socialistas que acordaran los nombramientos incluso antes de que llegaran las propuestas autonómicas al Senado.

El portavoz de Podemos, Ramón Espinar, ha manifestado que el problema es que el PP y el PSOE han decidido ignorar el criterio del mérito y han optado por el "dos para ti, dos para mí", con lo que han convertido el Constitucional en "una tercera cámara", politizada y sin legitimidad social. Por ello, los senadores de Podemos no han participado en una votación "en la que se sustancia una farsa" para designar candidatos "afines" para el TC.

LAS CRÍTICAS DE LOS PARTIDOS CATALANES

Tampoco han votado los senadores de ERC en protesta por una oposición "dirigida y amañada", según la senadora de ERC Mirella Cortès, quien ha descalificado al tribunal como "brazo jurídico del nuevo españolismo". El senador del PDECat Josep Lluís Cleries ha lamentado que no se haya perseguido "ningún consenso amplio, transversal y con la máxima pluralidad" y ha acusado al PP de haber puesto en cuestión el prestigio del tribunal "por su utilización partidista". En defensa del procedimiento han intervenido el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, y el socialista Vicente Álvarez Areces.

Con la renovación que se ha completado, el Constitucional sigue compuesto por diez hombres y solo dos mujeres. Se suma la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga María Luisa Balaguer y sale del mismo la vicepresidenta, Adela Asua. El más conocido de los nuevos magistrados es Conde-Pumpido, fiscal general del Estado en la etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y actual magistrado del Tribunal Supremo.

El otro, Alfredo Montoya Melgar, es catedrático de Derecho del Trabajo por la Universidad de Murcia y doctor honoris causa por esa misma institución. Cerrado el proceso de renovación, el Tribunal encara ahora el proceso interno para elegir al nuevo presidente y vicepresidente, pues entre los magistrados salientes están quienes los ocupan hoy en día, Francisco Pérez de los Cobos y Adela Asua.