Diez días después del revuelo originado por la ratificación de la condena al rapero Valtonyc, su colega Pablo Hasel recibió ayer un nuevo varapalo de la justicia. La Audiencia Nacional le condenó a dos años y un día de prisión por enaltecimiento del terrorismo en Twitter. Una pena que se suma a otra del 2014, también de dos años, que no le llevó a la cárcel por no tener antecedentes.

Si el Tribunal Supremo confirma la nueva condena, como hizo con la anterior, Hasél, cuyo verdadero nombre es Pablo Rivadulla, sí podría ir a la cárcel al acumularse ambas. También tendrá que pagar una multa de 24.300 euros por injurias a la Corona, a instituciones y a cuerpos de seguridad del Estado.

El rapero leridano reaccionó con contundencia en la red: «Jamás claudicaré. Jamás, fascistas de mierda». Tras saludar a «la escoria que celebra» su «encarcelamiento», avisó: «Solo darán más voz al mensaje que quieren silenciar, solo me van a fortalecer como revolucionario. Esto adelanta el fin de vuestra tiranía».

Y reprodujo de nuevo sus mensajes introduciéndolos así: «Mirad si me arrepiento que ahora mismo procedo a escribir lo mismo por lo que he sido condenado». «Las presas y presos políticos son ejemplos de resistencia» fue uno de los comentarios. O el referido a una exmiembro de los Grapo: «Isabel Aparicio fue exterminada por el Estado negándole asistencia médica».

Esta nueva sentencia la suscriben dos de los tres magistrados que componen el tribunal de la sección primera de lo Penal -Concepción Espejel y Nicolás Poveda, ya que el tercer miembro, Manuela Fernández de Prado, emitió un voto particular discrepante, al considerar que los comentarios de Hasel en Twitter se enmarcan en el derecho a la libertad de expresión.

Por contra, Espejel y Poveda creen que el «ánimo de ensalzar el terrorismo, injuriar y calumniar a la Corona y a las Instituciones del Estado (...), nos lleva a considerar que no se trata de un supuesto de libertad de expresión, ni de un comentario casual o en broma, sino que se trata de una conducta premeditada a provocar y obtener una respuesta violenta».

Algunas de las principales voces del rap español, como ToteKing, Los Chikos del Maíz o el mismo César Strawberry, han levantado su voz a través de las redes sociales «hartos» y «asqueados» por la condena de cárcel a su compañero Pablo Hásel.

«No esperes a sentir la bota para darte cuenta de que te están pisando el cuello», escribió César Strawberry, condenado en enero de 2017 a un año de cárcel también por un delito de enaltecimiento del terrorismo o humillación de las víctimas cometido en varios tuits.

También acudieron a las redes algunos miembros de Los Chikos del Maíz, formación con la que Hásel colaboró hace años en el tema «Los hijos de Iván Drago».

Así, Toni Mejías o Toni el Sucio, como se le conoce en el ámbito artístico, lamentó en tono sarcástico: «Otra semana de democracia y libertad de expresión en España».