La confirmación de que Manuel Chaves seguía imputado, por prevaricación administrativa, debido al caso ERE coincidió con la visita del PSOE, Pedro Sánchez, a Bruselas. “Ha sido una de las decisiones más dolorosas que he tenido que tomar en mi vida”, ha explicado el líder socialista este viernes, en conversación informal con los periodistas, tras presentar al grupo de expertos que coordinará el programa electoral del partido para las generales, previstas para noviembre.

“Hemos cumplido con la palabra dada”, ha continuado Sánchez. Sin embargo, el código ético del PSOE prescribe que los dirigentes deberán abandonar sus responsabilidades institucionales cuando se abra la apertura del juicio oral, no cuando haya imputación concreta. Sin embargo, Sánchez cree que este caso es especial. El candidato socialista no habló el jueves con Chaves, expresidente de Andalucía, y tampoco con los otros dos diputados imputados por el Tribunal Supremo en este caso, Gaspar Zarrías y José Antonio Viera, pero sí lo hizo, al menos con “alguno de ellos”, en los días anteriores.

Viera, al que se le acusa de malversación de caudales públicos (delito penado con cárcel) además de prevaricación administrativa, ha sido el único que no ha aceptado entregar el acta de parlamentario, pero ha renunciado a la militancia, algo que Sánchez ha conocido durante el acto. Dado que el escaño es personal, y no se le puede obligar a renunciar a él, el partido poco puede hacer ante su desacato a las órdenes de la dirección, más allá de expulsarlo del grupo socialista para que se integre en el mixto.

PODEMOS, “A LA BAJA”

El resto de la conversación ha discurrido por cauces electorales. Sánchez cree que las generales siguen siendo cosa de dos, PP y PSOE, ya que los otros dos partidos a los que se les considera con posibilidades, Podemos y Ciudadanos, “van a la baja”, a juicio del candidato socialista. “Podemos está haciendo propuestas muy divisivas”, ha continuado el jefe de la oposición. Frente al partido de Pablo Iglesias, Sánchez, que durante la presentación de su grupo de expertos se ha definido como un “político innovador”, ha abogado por “el cambio que une”. El uso de una gigantesca imagen de la bandera española durante su acto de proclamación como aspirante a la Moncloa, el pasado domingo, es, a su juicio, un ejemplo de esta apuesta. “El partido tenía que quitarse ese complejo”, ha señalado, en referencia a la compleja relación del PSOE con la rojigualda.

Sánchez, por último, no descarta que el presidente, Mariano Rajoy, decida adelantar las elecciones generales. Entre otras cosas, porque durante la reunión que mantuvieron ambos dirigentes el líder del PP no se cerró a esta posibilidad. Pero el líder del PSOE no tiene claro si el anticipo conviene a sus intereses. “A quien conviene es a España. Este Gobierno está agotado”, ha concluido.