Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han hablado más en las últimas horas que en toda su existencia anterior. Las conversaciones se suceden, ya van dos en los dos últimos días, pero por el momento, y hasta que no se reúnan, no van más allá de los términos genéricos. Los líderes del PSOE y Podemos han vuelto a conversar por teléfono este miércoles sobre el escenario que se abre tras las elecciones autonómicas y municipales y los pactos que se pueden derivar del resultado de las urnas, ya que ambos partidos se necesitan para desbancar al PP en ayuntamientos como el de Madrid y autonomías como Extremadura, Aragón y Castilla-La Mancha, entre otras.

Fuentes socialistas y de la fuerza morada coinciden en el contenido de la conversación, que según las dos partes ha consistido en un intercambio de pareceres sobre “la situación política del país, la necesidad de regeneración democrática de las instituciones y el combate de la corrupción, así como medidas de rescate ciudadano”. Desde la dirección del PSOE añaden que “han estado de acuerdo en unas cosas y otras no”, pero no han querido definir en qué materias ha habido sintonía.

ENFOQUES DISTINTOS

Por el momento, no han entrado en pactos concretos. El enfoque ante este escenario de Sánchez e Iglesias es distinto. El primero ha optado por dar libertad a sus candidatos para sellar las alianzas, siempre que vayan en consonancia con el programa del PSOE. El segundo, en cambio, quiere pilotar todo este proceso ante la inexperiencia de los barones de Podemos. Iglesias ya ha dejado claro que piensa “dejarse la piel” para sacar al PP de las instituciones y, en el mismo sentido, quiere que el diálogo no se alargue en exceso.

Ambos dirigentes se han emplazado a seguir hablando. Aunque en un principio se dio por hecho que coincidirían en el Fórum Nueva Economía que se celebrará este viernes en Sitges, finalmente Iglesias no participará en este encuentro. En principio, la reunión con Sánchez tendrá lugar la semana que viene.