Si hay imágenes que resumen escenarios complejos, esta es una especialmente útil para ilustrar las arenas movedizas en las que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ensayan la paz de la izquierda, alentados --porque es eso lo que piden sus electores-- pero cautos --por la desconfianza que se tienen desde que se conocieron--.

A la primera reunión entre ambos en esta legislatura, este martes en el Congreso, el líder de Podemos acudió con un regalo especial para el jefe de los socialistas: el último ejemplar de ‘New Left Review’, la misma publicación en la que escribió, en el 2015, que no confiaba en que el PSOE fuese capaz de cambiar y que, por lo tanto, fijaba como objetivo vital de su partido sobrepasar al adversario para doblegarlo. Sánchez ha vuelto convertido casi en leyenda y el podemista dice ahora que ninguno de los dos partidos gobernará en solitario.

Pedro SánchezSECRETARIO GENERAL PSOE"Mi prioridad es que Mariano Rajoy no sea presidente, pero cualquier moción debe ser meditada, trabajada y no improvisada"

Sánchez e Iglesias se esforzaron en demostrar que un entendimiento entre ambos es posible. Quizá conscientes de ello, Mariano Rajoy y Albert Rivera contraprogramaron la cita con un "almuerzo de trabajo" en la Moncloa, en el que el presidente del Gobierno y el líder de Ciudadanos exhibieron sintonía. Según ambas partes, la reunión sirvió para abrir la negociación del techo de gasto para los Presupuestos del 2018, informa Rosa María Sánchez.

MARGEN DE ENTENDIMIENTO

¿En qué pueden entenderse PSOE y Podemos? El socialista rechaza a corto plazo una moción de censura contra Rajoy. Considera que es arriesgada, se niega a pactar con los independentistas y cree que otro intento fallido fortalecería al PP. "Mi prioridad es que Rajoy no sea presidente, pero cualquier moción debe ser meditada, trabajada y no improvisada”, alega.

A Iglesias no le gusta la respuesta, pero ha decidido esperar para constatar si hay un ‘nuevo PSOE’ o solo palabras que se lleva el viento. En su comparecencia fue escrupuloso. Evitó pronunciarse sobre quién lidera la oposición, minimizó desacuerdos y retiró su petición de una nueva moción de censura antes de Navidad. “No queremos colocar ningún ‘deadline’ que pueda hacer descarrilar la hoja de ruta para sacar al PP”, templó.

Descartada una nueva moción, el acercamiento se medirá en acuerdos en el Congreso sobre políticas concretas. Se ponen en marcha cinco grupos de trabajo que estarán operativos en julio para avanzar en pactos que frenen los recortes sociales y favorezcan la regeneración democrática.

PRUEBA DE FUEGO

La primera prueba de fuego será el techo de gasto, el marco a partir del que se diseñan los Presupuestos. Iglesias pidió a Sánchez “una posición común”, es decir, pactar una cifra y un suelo mínimo de ingresos. El socialista advierte de que su partido es muy crítico con las cuentas que va a plantear el Gobierno, pero hasta ahora ha evitado comprometer cuál será su posición, consciente de lo simbólico que gana por la izquierda al no apoyar al PP, pero también de lo compleja situación en la que pueden quedar las comunidades autónomas (se fija el límite de endeudamiento). El año pasado, el PSOE tutelado por la gestora, apoyó el proyecto de Rajoy.

Pablo IglesiasSECRETARIO GENERAL PODEMOS"No queremos colocar ningún ‘deadline’ que pueda hacer descarrilar la hoja de ruta para sacar al PP. Vamos a respetar la posición del PSOE"

Iglesias considera que hay posibilidades de acuerdo en otros asuntos clave: desbloquear el trámite parlamentario para subir el salario mínimo, medidas de rescate para jóvenes, garantizar las pensiones y derogar la reforma laboral del PP.

ESCOLLO EN CATALUÑA

En el camino hacia el entendimiento, Sánchez e Iglesias reconocen dos escollos. El primero, la cuestión territorial. Podemos quiere un referéndum pactado. Sánchez defiende la plurinacionalidad, pero no la consulta, y apela a una reforma de la Constitución. Aun así, Iglesias valora la evolución: “Un PSOE que habla de plurinacionalidad nos parece positivo, porque los planteamientos son diferentes a los de hace un año”, subrayó.

La segunda piedra en el camino son los independentistas. Iglesias propone a Sánchez que les sume para alcanzar una mayoría alternativa al PP. Los socialistas, se niegan, “no por prejuicios”, sostienen, sino por la constatación de que buscan separarse de España.

Ronda a tres

La reunión con Iglesias fue la primera de la ronda que Sánchez mantendrá esta semana con otros dirigentes. Este miércoles por la tarde se reunirá con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para explorar en qué políticas pueden llegar a un acuerdo.

También verá al jefe de IU, Alberto Garzón, a quien el socialista hace un guiño al plantear un encuentro por separado, a pesar de estar integrado en el mismo grupo parlamentario que Iglesias. La pasada legislatura, cuando las conversaciones de gobernabilidad fracasaban, Garzón lanzó un capote a Sánchez con la propuesta de una mesa de izquierdas (la mesa a cuatro) para tratar de evitar, ‘in extremis’, el fracaso del socialista en su investidura y la repetición electoral.