Pedro Sánchez quiere una moción de censura con Podemos y Ciudadanos. Pablo Iglesias rechaza la participación de los naranjas y pide explorar una alternativa con los independentistas que saque a Mariano Rajoy de la Moncloa. Albert Rivera, que tiene un pacto con el PP, rechaza cambiar el Gobierno, pero se muestra abierto a pactar medidas concretas con los socialistas. Con este escenario por delante, Sánchez conversó este miércoles, tres días después de haber tomado el control total del PSOE, con sus homólogos en Podemos y Ciudadanos.

Las diferencias de partida se mantienen, pero el secretario general de los socialistas acercó posiciones con Iglesias, con quien se verá el próximo martes en el Congreso. Aunque la distancia con Rivera es mayor, ambos líderes se emplazaron a un encuentro la semana que viene (la fecha está por definir), durante una primera toma de contacto de solo 10 minutos que sirvió para que el naranja delimitara su terreno de juego con el PSOE. Quiere negociar iniciativas sobre la ley electoral, déficit, aforamientos y limitación de mandatos, entre otras materias. Nada más.

COORDINACIÓN DE EQUIPOS

Mientras el PSOE y Ciudadanos dieron cada uno su propia versión de la conversación entre sus respectivos dirigentes, los socialistas y Podemos emitieron un mensaje conjunto, prueba de la nueva sintonía. Fuentes de los dos partidos explicaron que Sánchez e Iglesias hablaron durante media hora de “la situación en España, la corrupción y Cataluña”, que Sánchez le había trasladado su propuesta de aprobar un “plan de rescate a los jóvenes” y que Iglesias había querido ir más allá, planteando que la cita del martes sirva para añadir “más temas de trabajo conjunto” y “encuentros de equipos” destinados a “explorar opciones para sacar al PP del Gobierno”.

Poco antes de esta conversación, los socialistas dieron otro paso que les acerca a Podemos. Hasta ahora, tanto en la Eurocámara como en el Congreso, el PSOE había apoyado la tramitación del tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá (CETA), rechazado por Podemos y los colectivos antiglobalización. Su posición ha cambiado tras la vuelta de Sánchez. “No lo vamos a apoyar”, dijo en Twitter la presidenta de los socialistas, Cristina Narbona. “Los acuerdos internacionales tiene que redefinirse para no concentrar más poder en las grandes corporaciones a costa de los derechos”, añadió. Iglesias tardó poco en saludar este giro. “Rectificar es de sabios”, dijo.

Ante todos estos movimientos, y pese a que Rivera había trasladado a Sánchez que no cuente con él para una moción de censura con Podemos que pondría “patas arriba al país otra vez”, el PP criticó la vuelta del PSOE al “teatrillo” del 2016, cuando el líder socialista intentó sin éxito llegar a la Moncloa.