La vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, ha criticado este lunes la "gravísima dinámica" en la que está inmerso el Govern, trasla dimisión del jefe de los Mossos, Albert Batllle, que se suma a la remodelación gubernamental que efectuó Carles Puigdemontel viernes para reforzar la Generalitat cara al 1-O.

La número dos del Gobierno ha asegurado que en cualquier democracia, un ejecutivo como el catalán, "habría durado dos telediarios". Y, en su opinión, de momento sigue a flote porque no sabe "cómo asumir que el referéndum va a ser un fracaso".

En este contexto, ha pedido a Puigdemont y Oriol Junqueras que asuman "su fracaso ahora" o ya el 1-O. Pero les ha advertido que si no cejan hasta entonces en su empeño y optan por "despeñarse", "tendrán una respuesta por parte del Gobierno y de las instituciones del Estado".

Saénz de Santamaría se ha preguntado además que si altos cargos de la Generalitat tienen que "dimitir para poder respetar la ley", "qué referéndum quieren hacer" y "a donde van a llevar al pueblo catalán".

AL SERVICIO DE LA LEY

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, por su parte, se ha mostrado "seguro" de que los Mossos d'Esquadra y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado defenderán "como hacen siempre en Cataluña y en España, el interés general y los derechos de los ciudadanos".

En este sentido, ha abogado por "diferenciar las declaraciones políticas o de voluntad, de las actuaciones en términos de derecho" y ha recordado que las Fuerzas de Seguridad "están al servicio de la ley y al servicio de los ciudadanos".

"No están al servicio de un Gobierno y menos de un Gobierno de radicales y de un Gobierno que quiere incumplir las normas", ha proclamado. Por lo tanto, se ha mostrado "seguro" de que los Mossos d'Esquadra, "como servidores públicos que son, están sometidos al mandato de la ley y no al mandato de una persona", es decir, que "no pueden recibir órdenes contrarias al derecho".