El expresidente del Barcelona Sandro Rosell ha entrado sobre las 9:30 horas de hoy a la Audiencia Nacional para declarar como imputado por un delito de apropiación indebida en el fichaje del delantero brasileño Neymar, lo que provocó su dimisión al frente del club.

Rosell ha llegado andando al edificio judicial, situado en la céntrica calle Goya de la capital, y a su entrada no ha querido hacer declaraciones ante los numerosos periodistas que aguardaban su llegada.

El expresidente del F.C. Barcelona, imputado el 22 de enero a raíz de una querella del socio del club Jordi Cases, tenía que declarar el pasado 13 de junio pero el juez Ruz lo aplazó a petición de su abogado, Ignacio Ayala, que alegó tener un juicio en esas fechas.

Está previsto que Rosell, que dimitió un día después de ser imputado para preservar la imagen del club ante lo que consideró "ataques injustos", declare a partir de las 10.00 horas.

Una hora y media después está también citado el representante legal del Barcelona, Antonio Rossich, que comparece ante el juez por el delito fiscal imputado al club por un presunto fraude de 9,1 millones de euros por el fichaje del brasileño.

A las 12.00 horas Ruz tomará declaración como testigo a Artur Amich, socio auditor de la firma Deloitte y responsable de los informes de auditoría de cuentas anuales del FC Barcelona del 30 de junio de 2012 y de 2013.

El juez decidió llamarles a declarar tras recibir un informe de la Agencia Tributaria, fechado el 30 de mayo, que confirmaba que el Barcelona, imputado ya en esta causa como persona jurídica, cometió un delito fiscal al defraudar a Hacienda al menos 9,1 millones de euros en el fichaje de Neymar da Silva.

Esa cantidad podría aumentar hasta los 11,7 millones de euros si se confirmase la posible defraudación de 2,6 millones en el ejercicio de 2014.

En esa misma resolución, Ruz acordó también preguntar a las partes sobre la procedencia de dirigir el procedimiento a las personas intervinientes en los diferentes contratos objeto de investigación, lo que podría afectar al actual presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, y al padre del delantero brasileño, entre otros.

El fiscal del caso, José Perals, se inclinó por esperar a las declaraciones de Rosell y del representante del Barcelona antes de tomar decisión alguna sobre nuevas imputaciones, incluida la del padre de Neymar, extremo que secundó el juez en un escrito notificado la semana pasada.

El contrato de Neymar se firmó en Barcelona el 3 de junio de 2013 entre el jugador y su padre, de un lado, y Rosell y el presidente actual del club, Josep Maria Bartomeu, de otro, pero no entró en vigor hasta el 29 de julio de 2013, pactándose una duración de 5 años.