El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha rechazado este jueves la reivindicación del PP, que esta mañana, por boca del vicesecretario de organización conservador, Fernando Martínez-Maillo, ha retado a C's a que rompa los acuerdos que mantiene con Podemos en varias diputacionese y ayuntamientos, entre ellos Granada.

Maillo ha expresado que dado que Rivera, en su viaje a Venezuela, ha constatado "lo malo" que son las ideas chavistas que, a su juicio, defiende Pablo Iglesias, es hora de que "Ciudadanos rectifique su posición en términos municipales".

Siin embargo, Rivera, tras aterrizar en España de vuelta de Caracas, ha reclamado al PP que no "mezcle" lo que sucede en algunas ciudades españolas con la situación en Venezuela, donde en su opinión hay una grave crisis humanitaria que el régimen de Nicolás Maduro no reconoce. "Tenemos que estar a al algura, vengo de ver cosas muy duras, falta de medicamentos, de jeringuillas, no voy a contestar al señor Maillo porque mezclar un pueblo con la situación venezolana no es responsable".

SIGUE ASOCIANDO IGLESIAS AL CHAVISMO

Eso sí, tras rechazar que se haya desplazado a poco de un mes de la campaña en busca de votos, ha vuelto a arremeter contra Podemos y ha pedido a este partido que "reconozca lo que está pasando" en el país latinoamericano y que la situación es "insostenible".

Asimismo, ha aseverado que si tenía "alguna duda del modelo económico chavista", que en su opinión es el mismo que "Iglesias sigue defendiendo", el viaje a Caracas ha despejado sus temores y por ello va a luchar "democráticamente" para que las políticas que aplica Maduro no "lleguen a España".

Ante las críticas que ha generado su viaje, ha respondido que él ha ido a "ayudar" mientras otros, en referencia a la fuerza morada, acuden "a ganar dinero" y por ello ha pedido al Iglesias que, ya que "tiene mano" con el régimen chavista, interceda ante los presos políticos, cuya encarcelación, según su criterio defiende tanto el líder de Podemos como Alberto Garzón.

Por último, ha rechazado que España ejerza de mediador en Venezuela hasta que haya tres condiciones: que se liberen los presos políticos, que se reconozca la Constitución del país latinoamericano y el revocatorio al régimen y que se admita la crisis humanitaria y el gobierno reclame ayuda internacional.