El clásico de clásicos, el Barça-Madrid que paralizó el planeta fútbol la noche del pasado domingo, fue el motivo de llegada a la capital catalana de algunos de los pasajeros que acabaron sufriendo el mortal desenlace a bordo del avión de Germanwings. Ese fue el caso de Milad Hojatoleslami y Husein Javadi, dos periodistas iranís que trabajaban para la web Tasnim y el diario Vatan Emrouz, respectivamente.

Tras cubrir el partido, ambos se disponían a desplazarse a Austria, donde se va a disputar un partido de la selección de su país contra Chile.

También para disfrutar del espectáculo futbolístico había llegado a la capital catalana la abogada chilena Ximena Patricia Alegría, de 44 años. Alegría aterrizó en Suiza tres semanas atrás por motivos laborales y se desplazó hacia Barcelona el fin de semana para ver el partido.

El embajador chileno en Francia, Patricio Hales explicó que unos amigos le compraron un billete en Barcelona para volver a Suiza. «Si hubiese volado con pasaje de ida y vuelta no habría estado en este avión», se lamentó.