Tres días después de que el PSOE renovara en Zaragoza su propuesta de reforma constitucional, Mariano Rajoy ha vuelto a dejar claro este miércoles que no está interesado en abrir esa puerta frente al conflicto territorial con Catalunya. Criticado por el ala dura del PP por su presunta timidez ante el sucedáneo de consulta del pasado 9 de noviembre, el presidente del Gobierno ha enviado un mensaje muy claro a los socialistas, que van a proponer la creación de una subcomisión parlamentaria para detectar qué apartados de la Carta Magna necesitan modificarse. A juicio del jefe del Ejecutivo, la propuesta del PSOE es un simple “eslogan” sin ningún contenido.

“Usted vuelve a presentarnos eslóganes”, le ha dicho Rajoy al secretario general socialista, Pedro Sánchez, cuyo partido aprobó hace un año y medio un documento en el que abogaba, entre otras medidas, por blindar las competencias autonómicas, reformar el Senado y reconocer los hechos diferenciales. Desde entonces, la iniciativa del principal partido de la oposición no ha vuelto a ser delimitada.

Rajoy ha hurgado tanto en la falta de concreción de la receta territorial del PSOE como en las supuestas diferencias dentro de este partido y con el PSC. Primero se ha preguntado si los socialistas proponen que todas las autonomías tengan o no las mismas competencias, si reclaman un federalismo simétrico o asimétrico y si el blindaje de competencias afectaría a todas las comunidades o solo algunas. “Ustedes solo están de acuerdo en una cosa: no decir nada porque no han llegado a un acuerdo. Vamos a ser serios y nos dejamos de titulares”, ha dicho Rajoy, quien después, a la salida del hemiciclo, se ha referido a la polémica dentro de la fiscalía, después de que los fiscales catalanes rechazasen la querella contra el president, Artur Mas. “El Gobierno ha cumplido con su función. Los fiscales son quienes tienen que tomar las decisiones. Solo voy a respetar las acciones de la fiscalía. Lo que haga la fiscalía, yo lo voy a respetar”, ha dicho.

EL PACTO DEL 78

Sánchez, por su parte, ha vuelto a incidir en su tesis de que la solución en Catalunya no pasa por “querellas y tribunales”, sino por el uso de la “política”. “No hay que dar la espalda a los problemas. Si usted no ofrece soluciones, es parte del problema. La solución es la reforma constitucional”, ha señalado el líder del PSOE, quien también ha criticado a Podemos, cuyo secretario general, Pablo Iglesias, señaló el sábado que el pacto constitucional de 1978 es un “candado” que conviene abrir. “Frente a todos aquellos quieren romper el gran pacto de 1978, el grupo socialista quiere decir alto y claro que vivimos en la mejor de las Españas, pero para que podamos seguir viviendo en ella tenemos que reformar la Constitución. Es la hora, señor Rajoy. Le estamos esperando”, ha concluido Sánchez, que ha recibido un largo aplauso de sus diputados.

Mucho más duro con el presidente del Gobierno ha sido el ecosocialista Joan Coscubiela. Tras preguntar a Rajoy por la pobreza y la desigualdad, y contestarle este con un optimismo económico que no es compartida con la ciudadana, el diputado de ICV le ha dicho: “Su conformismo económico, su inmovilismo en relación a Catalunya y su connivencia con la corrupción le han convertido a usted en el principal factor de riesgo para la convivencia en este país”.