Mientras su equipo ultimaba el documento con las propuestas y reformas que Rajoy llevará hoy a su reunión con Albert Rivera y mañana a su encuentro con Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones pronunció un discurso ante el grupo popular en el Senado en el que adelantó que utilizará ambas citas para insistir ante sus interlocutores que un pacto a tres entre PP, PSOE y Ciudadanos es lo más "razonable, democrático y conveniente para la economía".

El dirigente conservador aprovechó además para marcar distancias con C's, que ha recibido con buenos ojos la oferta programática elaborada por el PSOE, al arremeter contra los socialistas por haber obviado en su programa de gobierno "la amenaza independentista". Rajoy calificó de "enorme irresponsabilidad" que Sánchez no incluya la preservación de la unidad de España, la soberanía nacional y su oposición al derecho a decidir. En su opinión, estas ausencias no son gratuitas sino necesarias para granjearse el apoyo de "Podemos" y los "separatistas".

El jefe del Ejecutivo en funciones redobló además sus advertencias sobre las "discrepancias ideológicas" entre el PSOE y sus posibles socios y sus consecuencias: que no puedan conformar un "Gobierno que se califique como tal". Por ello, pidió al líder socialista que deje de "engañar" a la sociedad y ponga punto final a las "comedias de enredo" porque "no es posible hacer un Gobierno contra quien ha ganado las elecciones".

Rajoy se mostró dispuesto a acordar con Rivera y Sánchez medidas para crear empleo, mejorar el Estado del bienestar o luchar contra la corrupción, si bien fue más suave ante esta lacra que la semana pasada, cuando se comprometió en un acto similar en el Congreso a no dejar "pasar ni una". La suavización no pasó desapercibida en una comparecencia en la que Rita Barberá se convirtió en la protagonista ausente de la cita.

La senadora sigue recluida en su casa y su actitud y su inclusión por parte del PP en la Diputación Permanente de la Cámara alta, lo que blinda su aforamiento si se repiten las elecciones, copó parte de las conversaciones. Entre los cargos intermedios del PP la protección ofrecida a Barberá ha causado estupor. Supone "un paso atrás" sobre la contundencia empleada cuando saltó la operación Taula, resume un miembro del partido. La cúpula ha enviado varios mensajes a la exalcaldesa para que deje su acta. Ahora, al blindar su aforamiento, se vuelve a lanzar la idea, según lamenta otro conservador, de que el PP protege a según qué dirigentes.