Ha hecho lo que tenía que hacer, era obligada su dimisión en esta situación. Hemos oído sus explicaciones, tenía derecho a darlas y ahora empieza una nueva etapa en el PP de Madrid», dijo Mariano Rajoy al comentar el cese de Cristina Cifuentes. El líder del PP se despidió escuetamente de la hasta ayer presidenta de la Comunidad de Madrid y le marcó el camino: ahora debe abandonar también el control del PP de Madrid.

Rajoy tenía información sobre el deseo de Cifuentes y quiso mandarle el recado. Poco más de una hora después de la dimisión y de esas palabras del jefe del Ejecutivo, la dirigente envió un mensaje al móvil de sus diputados para agradecerles su apoyo y añadir que está «segura» de que lo seguirá teniendo «como presidenta del partido en Madrid». El líder del PP está en contra de que siga controlando el partido, cuando solo falta un año de las municipales y autonómicas, y comunicó a sus principales colaboradores su decisión de relevarla también en ese cargo. Rajoy no quiere más escándalos y menos en Madrid, una plaza clave para el triunfo de las generales.

Fuentes del PP regional aseguraron a este diario que «la vida va por fases» y ayer tocó el puesto de la Comunidad. «Poco a poco», reclamaron, aunque no dieron por segura la salida de Cifuentes del partido. Sí que confirmaron que no piensa renunciar al acta de diputada, algo que Génova no le va a reclamar, según fuentes de la dirección.

En la cúpula del PP no preocupa el posible encastillamiento de la dirigente ya que tienen herramientas para que salte. Hay varias opciones. La más elegante, que requiere que Cifuentes dé un paso al lado, es que en la junta directiva madrileña se designe a un nuevo presidente. Para que esta posibilidad pueda llevarse a cabo, Génova debería asegurarse que los aguirristas y los cifuentistas que hay en la junta no vayan a dar batalla y vayan a cumplir lo que marquen los de Génova, que también los hay. La segunda opción, si Cifuentes se resiste, pasaría por que Rajoy convocara un comité ejecutivo nacional que decidiera la intervención del PP de Madrid y el nombramiento de una gestora. Otra posibilidad es la suspensión de la militancia, la opción más humillante.

El coordinador general, Fernando Martínez Maillo, declaró que la prioridad es encontrar a un candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid y después, tras «unos días de tranqulidad», «solucionar» la crisis en el partido.

Para el aspirante al Ejecutivo regional, los nombres que se barajan son los de Ángel Garrido (consejero y portavoz del Ejecutivo y ahora presidente en funciones), Jesús Fermosel (exconsejero de Asuntos Sociales de la Comunidad) y estos días atrás también se planteó el de Juan Antonio Goméz Angulo (exsecretario de Estado para el Deporte). Antes que cualquier virtud, en Génova se valora la limpieza de su vida personal y profesional y también la de sus parejas. Y en ello están. Investigando a los aspirantes.