El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido este viernes que cese la fuga de empresas y de depósitos fuera de Catalunya. “Pido que no se vayan más empresas ni se vayan más depósitos. Podemos estar tranquilos porque esto se arreglará sin necesidad de causar más daño para nadie”, ha dicho Rajoy durante la presentación del acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros para la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, que supone "la asunción de las competencias previstas en el Estatuto de Autonomía por el Gobierno de la Nación" con carácter provisional.

El acuerdo adoptado por el Gobierno implica, entre otras cuestiones, el cese del presidente de la Generalitat, el vicepresidente y los consejeros. En principio, según fuentes del Gobierno, los departamentos de los ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro, y de Economía, Luis de Guindos, se repartirán las actuales competencias del vicepresident y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, sobre las areas de gestión económcia, financiera, tributaria y presupuestaria. El objetivo, según el texto que será sometido a la aprobación del Senado, es que "se garantice la prestación de servicios públicos esenciales, la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera".

Con este fin, el acuerdo del Consejo de Ministros atribuye al Ministerio de Hacienda la capacidad para controlar el destino de todos los ingresos de la Generalitat. El acuerdo hace referencia tanto a los ingresos obtenidos a partir de las transferencias del sistema de financiación autónomica (cuyo control ya fue asumido por acuerdo del 15 de septiembre), como los provenientes de los impuestos cedidos y propios de la comunidad o por cualquier otra vía (como pudieran ser las transferencias europeas).

Datos preocupantes

El presidente Rajoy ha explicado que uno de los objetivos del Gobierno al activar estas medidas al amparo del artículo 155 es "continuar con la recuperación económica, con el empleo, con los sueldos, con que la gente pueda trabajar" ya que, desde su punto de vista, "las decisiones unilaterales y caprichosas que se han adoptado" están afectando "a la vida de la gente".

El presidente del Gobierno se ha detenido en los "datos preocupantes" para la economía catalana que se han desatado con el avance del 'procés' ya que, según ha denunciado, "uno de los temas en los que más se ha faltado a la verdad es en el de los efectos beneficiosos que podría producir la independencia"

Así, ha recordado que más de 1.000 empresas han trasladado su sede fiscal y social fuera de Catalunya. Este mismo jueves, el Congreso de los Diputados ha convalidado con el apoyo de PsP, PSOE y Ciudadaos el decreto del Gobierno que favoreció el cambio de sede fiscal de las empresas sin necesidad de que esta decisión deba ser adoptada por la junta de accionistas.

Según el presidente, desde que ha aumentado la tensión política en Catalunya "se han desincentivado las inversiones" extranjeras y nacionales, "se ha desmotivado el turismo" y ya se está produciendo un problema de contraccion del crédito bancario. Rajoy ha advertido de que una independencia de Catalunya implicaría salir de la Unión Europea y de la Organización Mundial de Comercio, así como la imposición de aranceles y controles aduaneros en sus fronteras. También desaparecería el paraguas del Banco Central Europeo (BCE) sobre sus entidades financieras -ha seguido relatando- y todo ello llevaría a "un empobrecimiento" del territorio, que perderia "entre el 25% y el 30%" de producto interior bruto (PIB).