Mariano Rajoy ha enfocado este miércoles la segunda sesión de control al Gobierno de legislatura de forma muy similar a la que empleaba el año pasado, cuando el PP contaba con mayoría absoluta en el Congreso. El jefe del Ejecutivo no ha cedido a las exigencias de diálogo y pacto por parte de los dos grupos más importantes de la oposición, el PSOE y Podemos.

Desde el primer partido, Antonio Hernando le ha pedido un acuerdo sobre RTVE. Desde el segundo, Pablo Iglesias ha reclamado al Gobierno que no continúe ejerciendo el veto a las iniciativas que apruebe la Cámara baja y que afecten a los presupuestos. La más importante de ellas ha sido sobre la proposición parlamentaria que pedía la paralización del calendario de la polémica ley educativa, la LOMCE.

"ADAPTARSE A LOS CAMBIOS"

Pero Rajoy, pese a que el equilibrio de fuerzas en este periodo le obligará a pactar las leyes, no ha tendido la mano. Primero ha negado cualquier fallo en el ente público, pese a su caída de audiencias y las continúas acusaciones de falta de pluralidad, quitando importancia al “gran acuerdo” que reclaman los socialistas. “El reto más importante de RTVE hoy en día es adaptarse a los cambios que se están produciendo”, ha señalado el líder del PP poco después de alabar, por su presunta imparcialidad, los servicios informativos de la radio y la televisión públicas.

Con Iglesias, que le ha preguntado cómo piensa ejecutar las decisiones del Parlamento, el presidente se ha limitado a repasar, tal y como establece el ordenamiento jurídico, la división de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial. “La función del Gobierno es gobernar”, ha concluido Rajoy.