Mariano Rajoy ha reaccionado este miércoles a la nueva convocatoria del president Artur Mas, quien un día antes anunció que sustituía la consulta original del 9 de noviembre por un "proceso participativo" con muchas menos garantías. Lejos de atacar con dureza al Govern, el jefe del Ejecutivo se ha mostrado casi conciliador, señalando su voluntad de "dialogar" ahora que se ha abierto un "camino" y no dando por hecho que vaya a recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) la nueva convocatoria.

"La consulta no se va a celebrar y eso supone un triunfo de la democracia y de la ley. Es algo muy positivo. Ahora se abre un camino para hablar. Nosotros estamos dispuestos, pero siempre dentro de la ley. A lo que no estoy dispuesto es a violar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos", ha explicado Rajoy en los pasillos del Congreso.

¿Van a llevar ante el TC el sucedáneo del 9-N?, le han preguntado al presidente. A diferencia de su actitud con la consulta original, esta vez Rajoy no ha dado ninguna pista. "Si vemos que hay cosas contra la legislación, pues tendremos que recurrir. Yo espero que se actúe con sensatez y moderación", ha contestado.

ERC CONTRA EL 'TERMINATOR' POLÍTICO

Por su lado, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, insistió hoy en que el Gobierno se va a dedicar a "aplicar la Constitución y la ley" en lo que concierne al desafío soberanista de Catalunya, aunque no precisó, por más que lo demandó su interlocutor, el diputado de ERC Alfred Bosch, si se disponen a recurrir o no el "proceso de participación ciudadana" que ahora defiende la Generalitat para el 9 de noviembre.

"La Constitución es la que garantiza que usted y yo somos todos iguales ante la ley en derechos y en obligaciones. Su grupo político puede plantearse cambiar la ley y la Constitución, propónganlo, pero guarden los procedimientos que están establecidos constitucionalmente para hacer sus propuestas políticas. No se salgan de la ley", enfatizó Montoro.

Por su lado, Bosch ha acusado al Gobierno central de querer "prohibir" que los catalanes puedan decidir sobre su propio futuro e insistió en demandar al ministro que aclarara si piensan permitir o no la alternativa que propone ahora Artur Mas para el 9 de noviembre, dado que renuncia a celebrar la consulta en la línea del decreto aprobado hace unos días y recurrido ya en el Tribunal Constitucional.

"Ustedes se dedican a hacer de ‘terminator’ político: destruyeron e impugnaron en 2006 el Estatut. Ahora se muerden las uñas, se arrepienten…. También con el pacto fiscal. Ahora también se muerden las uñas porque ahí había una solución para ustedes. En el 9-N había otra solución y le auguro que se volverán a arrepentir. Se van a quedar sin uñas porque la papeleta para votar es una solución y no un problema. Votar es una manera de defender cívicamente, pacíficamente y democráticamente", concluyó Bosch.