Mariano Rajoy deja la presidencia del PP. "Es lo mejor para mí y para el PP, y creo que también para España", ha anunciado el expresidente del Gobierno ante la cúpula de su partido. Solo cuatro días después de que el Congreso validase al socialista Pedro Sánchez como nuevo presidente del Ejecutivo, Rajoy adelanta que abandonará el cargo que ocupa desde el 2004, cuando sucedió a José María Aznar.

"Ha llegado el momento de poner punto y final a esta etapa. El PP debe seguir avanzando bajo el liderazgo de otra persona", ha declarado. Rajoy ha comunicado que en breve se celebrará una Junta Directiva Nacional que será la encargada de convocar un congreso extraordinario para elegir la nueva dirección del PP. Allí se conocerá su sucesor y todo apunta a que él ha optado por evitar el dedazo.

Mientras tanto, no habrá cambios orgánicos ni en el grupo parlamentario. No quiere hacerlos él para que respondan al criterio de su sucesor. El político gallego se ha comprometido a ser leal a quien elijan. "Estaré a la orden y a la orden es a la orden", ha señalado, en un claro mensaje a nevegantes.

No pide perdón por la corrupción

Rajoy se marcha sin pedir perdón por los numerosos escándalos de corrupción de su partido y defendiendo férreamente su legado. En su mensaje de despedida ha dibujado un panorama de optimismo para el PP. "Ahora lo que toca es mirar al futuro. Seguimos siendo el primer partido de España. Contamos con el grupo parlamentario más grande del Congreso y con mayoría absoluta en el Senado. Tenemos dirigentes preparados. No hay ningun motivo para el desánimo", ha defendido.

Rajoy ha subrayado las dificultades de Sánchez frente a un Gobierno en minoría parlamentaria. Ha acusado a socialistas y sus apoyos de usar la moción de censura de forma partidista. “Se ha derribado a un Gobierno y se ha elegido a un nuevo presidente, pero no hay compromiso con la estabilidad política y eso es una mancha que ensucia a todos, que han estado pensado en sus intereses particulares o en sus propios miedos”, ha señalado. Ha puesto de manifiesto, también, los riesgos del conflicto territorial.

La mejora económica

“Resulta inquietante la fragilidad política del nuevo Gobierno cuando la situación en Cataluña y en las calles de Catalunya dista mucho de estar calmada”, ha afirmado. "Los independentistas tienen derecho a existir y a gobernar si ganan las elecciones pero no a incumplir la ley y a pasar por encima de la voluntad de la gente", ha insistido, agitando la amenaza del secesionismo.

Rajoy resistió el envite de la crisis económica, la prima de riesgo disparada y las caídas de notables figuras populares, pero no ha podido superar las consecuencias derivadas de una trama institucional de corrupción en su partido. La sentencia del 'caso Gürtel' ha sido la losa que pone fin a una era en el PP y que deja a la formación en una crisis sin precentes, con una debilidad electoral que amenaza con extinguir al gran bastión del conservadurismo político desde la Transición.