El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dedicado este lunes once minutos de su discurso en la clausura del congreso del PP a exponer su opinión y estrategia ante el desafío independentista. El líder conservador ha asegurado que el Ejecutivo va a continuar con la 'operación diálogo' con los partidos que quieran hablar y con la sociedad. "A los catalanes que se sienten españoles [...] nunca les vamos a abandonar", ha manifestado.

Y, a renglón seguido, se ha detenido en relatar los "prejuicios" que, en su opinión, provocaría la secesión. "No es una poda agradable hecha por un amable jardinaro, sino que es una amputación dolorosa y terrible que no hay cirujano que la salve", ha alertado. Por eso, ha asegurado que nunca va a admitir la celebración del referéndum, ni va a "tratar ni comerciar" sobre un proceso que "conduce a la liquidación de España".

Tras el juicio del 9-N, Rajoy ha elevado el tono y ha asegurado que el proceso soberanista es un "disparate" y una "arbitrariedad". Y ha avisado de que la obligación del gobierrno es "precisamente cumplir y hacer cumplir las leyes".

Asimismo, ha fijado cuáles serán sus objetivos más allá del ámbito judicial: recuperar las instituciones para que "vuelvan a estar al servicio de todos los catalanes"; trabajar para "reconstruir la cohesión interna" en Catalunya y para que se imponga un "nuevo espíritu de concordia" que aleje a los "extremismos". Si bien, Rajoy no ha relatado cómo intentará desde el Gobierno o el PP cumplir estas metas, más allá de señalar que las dicta la "razón" y es lo mejor para los catalanes y los españoles. "España va a seguir siendo España", ha concluido.

EL GOBIERNO EN MINORÍA

Por otro lado, ha dedicado gran parte de su discurso a reclamar al resto de partidos que permitan al Gobierno gobiernar. Se ha mostrado dispuesto al entendimiento y al diálogo, pero ha reclamado al PSOE y otros que no le pidan "dar marcha atrás en las reformas".

Al congreso no han acudido representantes del Partido Socialista, pero sí de Ciudadanos. Rajoy ha revelado que ha hablado esta mañana conAlbert Rivera, a quien ha pedido que "no le apriete mucho".

Por último, el líder del PP ha tenido unas palabras de agradecimiento hacia José María Aznar. Pese a que el exjefe del Ejecutivo dejó la presidencia de honor del PP tras años de encontronazos con Rajoy, el líder conservador ha querido cerrar heridas reconociendo su gestión tanto en el partido como en el Ejecutivo. "Sus años como presidente son un orgullo para el PP, y sus años de Gobierno son una herencia de las que nos hemos beneficiado todos los españoles", ha manifestado.

LA META FUTURA DEL PP

Si Rajoy ha hecho un discurso más presidencialista, Cospedal ha concentrado sus esfuerzos en arengar al PP cara a las próximas citas electorales. Si no hay adelanto de las generales (o las catalanas), la siguiente convocatoria serán las municipales y autonómicas del 2019. En este contexto, la secretaria generalratificada el sábado por Rajoy ha apostado porque Ciudadanos quede reducido a la mínima expresión y la formación conservadora "recupere la unidad del centro derecha español".

La también ministra de Defensa ha pedido a los dirigentes y cuadros medios del partido que, una vez que la formación ha renovado en el congreso su ideario, aprendan de los "errores" y sean "humildes". Así, ha señalado, la gente que dejó de confiar en el PP volverá al redil. "Nuestro objetivo es recuperar a los votantes perdidos, a nuestra mayoría social, a los que se fueron a otros partidos y a los que se quedaron en la abstención", ha reclamado.