Mariano Rajoy ha ofrecido este mediodía en la Moncloa una declaración institucional para analizar la desaparición de la banda terrorista ETA y la ha iniciado con un recuerdo de las 853 víctimas que asesinó la banda. "Desaparece ETA, pero no el daño que ha causado ni el dolor que tantas veces ha sembrado", ha lamentado Rajoy.

El presidente ha reiterado su mensaje del jueves, cuando la organización anunció su disolución: no habrá "impunidad" con los etarras porque sus crímenes se "seguirán investigando", los delitos continuarán siendo "juzgados" y los etarras cumplirán sus condenas. "Porque las democracias responden a los crímenes con justicia", ha señalado.

Para Rajoy "ETA es el fracaso de la violencia frente a la grandeza de la democracia". En sus 50 años de historia, ha subrayado el jefe del Ejecutivo, no ha logrado ninguno de los "objetivos políticos" que se marcó. "No consiguieron ningun rédito por matar ni tampoco por dejar hacerlo y no van a obtener tampoco nada por anunciar su disolución", ha insistido.

Recuerdo a los anteriores presidentes del Gobierno

El jefe del Ejecutivo ha aprovechado para anunciar que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, convocará una próxima reunión extraordinaria del pacto antiterrorista para analizar esta nueva situación y avanzar en la "unidad de los demócratas".

El líder del PP ha recordado el trabajo que realizaron para acabar con ETA los presidentes y los ministros del Interior de los anteriores gobiernos. "Su labor tan ingrata y tan poco reconocida durante años rinde hoy sus frutos", ha declarado.

A los que "pretenden romper" la convivencia

Y ha acabado el discurso con una referencia que puede entenderse en clave catalana. "Es un día para mirarnos con satisfacción como país y como sociedad (...) Para reconocernos como una gran Nación que fue capaz de superar momentos de extraordinaria dificultad. Y para sentirnos miembros activos de una sociedad que sabe hacer frente a quienes, de una u otra manera, pretenden romper nuestra convivencia en paz", ha afirmado.

Recordar, no celebrar

“No hay nada que celebrar, pero sí hay que recordar y homenajear”, ha dicho Pedro Sánchez en Londres, donde se ha reunido con el exprimer ministro británico Gordon Brown. Para el líder socialista, la principal tarea ahora tiene que ver con el relato sobre lo ocurrido en estos 50 años. “Es muy importante que las nuevas generaciones sean muy conscientes de todo lo que ocurrió durante todos aquellos años de plomo. La tarea de los demócratas es no olvidar, contar la verdad y no permitir que el movimiento social que creció a la sombra de ETA imponga por el relato. Aquí no hubo ningún conflicto. Hubo una persecución totalitaria a una democracia”, ha señalado Sánchez.

Al igual que Rajoy, el secretario general del PSOE ha subrayado que el “mensaje central es que la democracia española derrotó a ETA” sin que la banda terrorista consiguiera “ninguno de sus objetivos”. Por eso ha insistido en la necesidad de que no haya “ninguna lucha entre demócratas” sobre la gestión del fin de ETA. En este sentido, el acercamiento a Euskadi de presos de la banda es algo que el PSOE defiende desde hace años, ha recordado Sánchez, sin que nada tenga ver con el anuncio que la banda ha llevado a cabo este viernes.

También José Luis Rodríguez Zapatero ha recordado aquellos años. En especial, octubre del 2011, cuando ETA anunció que abandonaba definitivamente las armas. "Quise escucharlo solo, quise hacer la primera reflexión solo, y debo decir que es de las pocas veces, porque soy bastante contenido, pero se me escaparon las lágrimas", ha señalado el expresidente del Gobierno en una entrevista en El Plural.