Mariano Rajoy ha dado largas este miércoles a una reforma de la Constitución. Al menos, a corto plazo. Durante la sesión de control en el Congreso, el presidente del Gobierno ha señalado que ahora mismo, en el punto álgido de la crisis territorial de Cataluña, a las puertas de la convocatoria independentista del próximo 1 de octubre, todos los esfuerzos deben estar volcados en la defensa de la ley fundamental. Solo después, ha señalado el líder del PP sin mostrar mucho entusiasmo, se podrá hablar de la actualización de la Carta Magna.

“Hoy la prioridad no es tanto la reforma de la Constitución, asunto sobre el que estoy dispuesto a hablar. La prioridad es defender la Constitución frente a quienes quieren liquidarla. Hoy hay quien se quiere inventar una legalidad paralela a la existente, saltándose todos los trámites. La prioridad es esa, pero a partir de ahí no tengo ningún inconveniente en hablar”, ha dicho Rajoy a preguntas de Albert Rivera.

“GOLPE A LA DEMOCRACIA”

El líder de Ciudadanos le había recordado poco antes que la reforma de la ley fundamental se encuentra en el pacto de investidura que firmó con el jefe del Ejecutivo. La tesis del dirigente naranja, que ha aprovechado para cargar contra el PSOE por su defensa del reconocimiento nacional a Cataluña, es que el Parlamento debería “designar a un grupo de juristas” para que haga una propuesta de modificación de la Carta Magna “sin ocurrencia ni disparates”. Pero Rivera se ha mostrado de acuerdo en que esa no es la prioridad en estos momentos. En estos momentos hay que parar el golpe a la democracia, pero en un futuro nos tenemos que poner a trabajar”, ha dicho.