Mariano Rajoy ha defendido en el Senado las medidas para intervenir Catalunya con un duro discurso sobre la situación en estos momentos de la sociedad catalana y sus políticos. El presidente del Gobierno central ha afirmado que se ve obligado a desplegar el artículo 155 de la Constitución, porque debe "proteger" a los catalanes "de la actitud del Gobierno de la Generalitat". "Lo que está sobre la mesa es si ha llegado el momento de que se imponga la ley por encima de otra consideración, no contra Catalunya, sino para impedir que se abuse de Catalunya", ha declarado entre un largo aplauso de los senadores del PP. "De lo que hay que salvar a Catalunya no es del 155, sino de los estragos que están causando las actitudes anticonstitucionales", ha añadido al final de un discurso de más de 40 minutos.

El jefe del Ejecutivo ha subrayado que no está dispuesto a "reconocer categorías desiguales" entre los españoles para "sosegar el desafío". "Confío en que lejos de egoísmos de partido, cálculos electorales, inclinaciones ideológicas y pequeñas mezquindades, sepamos ofrecer un gesto y dar una respuesta que esté a la altura de lo que esperan de nosotros todos los españoles", ha concluido Rajoy en referencia al resto de grupos.

Paciencia en la Moncloa

El líder del PP ha defendido su actitud paciente "para que las cosas volvieran a sus cauces normales". Por eso, ha afirmado, no blandió el 155 ni cuando se aprobó la ley de referéndum ni la ley de transitoriedad, ni tampoco cuando se aprobó el decreto de convocatoria del referéndum del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional. "Y nos lo demandaron mucho", ha apuntado, en referencia a las presiones que a finales de septiembre y principios de octubre le empezaron a llegar de algunos dirigentes de su partido, del expresidente José María Aznar y de Ciudadanos.

"Las medidas excepcionales hay que adaptarlas cuando no hay otra opción", ha dicho. Y así lo ve él, que ha denunciado la actitud de Carles Puigdemont y sus socios, de los que se ha quejado que gobiernen Catalunya "a su santa voluntad", con graves consecuencias sociales y económicas. "Pueden poner en peligro muchas cosas", se ha quejado.

La "realidad ignorada o manipulada"

Rajoy ha afeado una vez más al 'president' que no le dejara margen de maniobra en ese "diálogo" al que apela y que solo se prestara a hablar de los términos de una consulta independentista. "Yo [si hubiera sido Puigdemont] habría venido aquí a defender mis posiciones, aunque estuviera en inmensa minoría", ha declarado entre otro gran aplauso de la bancada conservadora. El presidente del Gobierno ha acusado a los soberanistas de vender una "Ítaca que no existe" y ha asegurado que "las medias verdades" pueden "hechizar" a medio plazo, pero les ha advertido de que "la realidad ignorada o manipulada siempre acaba preparando su venganza".