El lema de las jornadas, 'Conectados al futuro', ya era toda una carta de intenciones frente a aquellos que promueven la desconexión. Y la presencia del presidente del Gobierno central no ha hecho más que intentar redoblar su simbolismo. Durante medio año ha sido la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría la encargada de transmitir la predisposición del Ejecutivo del PP a encontrar una salida a la cuestión catalana, pero este martes, aunque ella le acompañara, Mariano Rajoy se ha puesto al frente de la operación en un acto en el Palau de Congressos ante 500 empresarios en el que ha anunciado un paquete de inversiones en infraestructuras en Cataluña por valor de 4.200 millones de euros hasta el 2020. En el reverso de la moneda, él ha pedido a los presentes "ayuda" para poner punto final al pulso independentista.

Habían pasado nueve meses desde su última visita a Cataluña hasta que Rajoy expuso el domingo pasado en un acto de partido, el congreso del PPC en L’Hospitalet de Llobregat, su hoja de ruta política para dejar atrás el ‘procés’: unidad, legalidad y concordia. Esta vez tocaba poner sobre la mesa en Barcelona la oferta económica, obviando eso sí el modelo de financiación autonómica. Sobre todo, la visita era para abordar medidas sobre la ruta del tesoro comercial, es decir, el corredor mediterráneo, pero también a lo que en los últimos años se ha convertido en una fábrica de independentistas por sus continuos pandemonios: la red de Rodalies.

Sobre la segunda, el Gobierno central prevé invertir 1.882 millones de euros a lo largo de esta legislatura y un total de 3.900 hasta el 2025. Sobre el primero, la promesa es que el tramo Vandellòs-Tarragona empezará a testearse el año que viene y el de Castellbisbal-Vilaseca se adjudicará en breve. En dinero, el primer trimestre del año que viene se aportarán 667 millones de euros y en tiempo, se reducirá el trayecto Barcelona-Valencia en media hora. El objetivo es que los tres tramos catalanes del eje ferroviario estén concluidos en el 2020. Asimismo, también ha detallado una aportación de 850 millones en carreteras (B-40, N-340, N-2...); 587 millones en puertos; 200 millones para el aeropuerto de El Prat y 40 en navegación aérea y 285 millones para el tren lanzadera entre Sants y El Prat.

SACOS ROTOS

El principal problema para el mandatario conservador es que tanto el auditorio como el Govern de la Generalitat ya han oído muchas promesas pero se quejan de que la inmensa mayoría acaban en saco roto. Hasta en 10.000 millones de euros cifra el Ejecutivo de Carles Puigdemont los adeudos en ese ámbito. Justamente, más de 4.000 en Rodalies, los mismos que prometió José Luis Rodríguez Zapatero para el periodo 2008-2015 y de los que apenas han llegado 400. "[El anuncio de Rajoy] merece la misma credibilidad que los presupuestos del Estado para el 2015, de los que se ha destinado menos del 6% de lo previsto para Renfe y menos del 30% en lo que se refiere a Adif. Proponemos que haya una cláusula antiincumplimiento", ha espetado la portavoz del Govern, Neus Munté, antes de anunciar que el Ejecutivo catalán solicitará 20.000 millones de euros del fondo de liquidez autonómica (FLA).

El mandatario conservador ha pedido "ayuda" a los empresarios para "ganar la batalla de la sensatez" frente al soberanismo

Tampoco el empresariado rebosaba entusiasmo antes de que empezara el acto, una desconfianza que Rajoy ha tratado de disipar ante nombres como Joaquim Gay de Montellà (Foment), Josep González (Pimec), Antoni Abad (Cecot), Josep Lluís Bonet (Cámara de Comercio de España y presidente de Freixenet), Miquel Valls (Cambra de Comerç de Barcelona), integrantes de una variopinta primera fila de autoridades empresariales en las que también estaban Florentino Pérez (ACS) y Salvador Alemany (Abertis). El máximo representante de la Generalitat ha sido el 'conseller' de Territori, Josep Rull, y por parte del Ayuntamiento de Barcelona a acudido el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello.

A todos ellos les ha tratado de convencerles el presidente del Ejecutivo central con el argumento de que "en tiempos difíciles" se han hecho más cosas de lo que parece y subrayando que lo que ha dicho "se hará y se cumplirá". Para tratar de demostrarlo ha puesto como aval que se ha designado un coordinador del corredor mediterráneo, mientras que en el caso de Rodalies el despliegue del plan está previsto que se haga en coordinación con todas las administraciones para constatar que el proyecto es "realista, viable y verificable".

AGENCIA EUROPEA DEL MEDICAMENTO

El mandatario conservador ha aprovechado además para explicar los trabajos que está efectuando su Gabinete para conseguir que Barcelona acoja la sede de la Agencia Europea del Medicamento toda vez el Reino Unido abandonen la UE por el Brexit. Y ha dejado para el final de su discurso el trasfondo que ha motivado la celebración de una jornada de este tipo. "Les pido ayuda para ganar la batalla de la moderación y la sensatez" y "recuperar la concordia", se ha dirigido a los empresarios. Un llamamiento claro y contundente como pocos se han visto al jefe del Gobierno central, y que llega justo en un momento en que se avecina tormenta, con el Ejecutivo de JxSí apuntando al "referéndum o referéndum".

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