Jordi Pujol, presidente de la Generalitat durante 23 años, maestro de los tiempos políticos en Cataluña y 'hacedor' de pactos de gobernabilidad en España, afronta su hora más difícil tras confesar ayer que su familia ha tenido dinero en el extranjero sin regularizar durante más de 30 años.

En un acto de contricción poco habitual en la alta política, el profeta del "hacer país" como visión del autogobierno catalán confesó ayer su "error" por haber tenido durante más de tres decenios unos fondos en el extranjero relacionados con la herencia de su padre.

Justo el día en el que el actual jefe del Govern, Artur Mas, cerraba en CDC la sucesión de su hijo Oriol, imputado por el caso de las ITV, el máximo líder del nacionalismo catalán durante un cuarto de siglo y europeísta acérrimo pedía perdón por el "error" cometido en la gestión de ese legado que, según él, ha "contaminado" a sus siete hijos y a su esposa.

Once años después de retirarse de la primera línea política, este luchador antifranquista con más de tres años de cárcel en los penales de Zaragoza y Girona por ser uno de los protagonistas de "Els fets de Palau" en 1960, reconocía que no había encontrado el momento "adecuado" para regularizar esa herencia, a pesar de varias amnistías fiscales en España.

El patriarca del clan Pujol hizo una expiación a través de un comunicado y subrayó que de los hechos descritos en el mismo y de todas sus consecuencias era el "único responsable".

A la vez, mostró su compromiso "absoluto" de comparecer ante autoridades tributarias o, "si es pertinente, ante instituciones judiciales para acreditar estos hechos y de esta manera acabar con las insinuaciones y comentarios".

Conocedor absoluto de todos los rincones catalanes, con una memoria prodigiosa, capaz de recordar el nombre de un pescador de Palamós o de un payés de la Segarra, Jordi Pujol también es consciente en estos momentos de que su confesión puede provocar la decepción de muchas personas que siempre lo han considerado un referente.

Hombre de profundas creencias cristianas, confía en que la declaración que ahora ha hecho pública sea reparadora en lo que sea posible del daño y de expiación para sí mismo.

El expresidente de la Generalitat, nacido en Barcelona en 1930 y casado con Marta Ferrusola desde hace 58 años, es padre de siete hijos, quienes, según comentaba Oriol hace unos años, lo han visto más como "el President" que como a un padre.

Sus detractores le han criticado, precisamente, que hubiera confundido en exceso al país con su proyecto político y que durante años no hubiera puesto mucha atención a los "negocios" de su familia.

A la imputación de Oriol Pujol por el denominado caso de las ITV, últimamente han aparecido diversas informaciones sobre movimientos de dinero supuestamente irregulares de otros miembros de la familia.

Estadista clave en la gobernabilidad de España, tanto con gobiernos del PSOE como del PP, Jordi Pujol ha reconocido en varias ocasiones que su dedicación a "hacer país" le llevó a hacer poca vida familiar.

Ahora, a los 84 años de edad, se inicia una nueva etapa en su vida con la familia en el primer plano de la actualidad.