"El partido está roto". Esta es una de las afirmaciones que corría este domingo en el cónclave del PDECat antes de las votaciones finales, que han arrojado una victoria de la candidatura conjunta entre 'pascalistas' y 'puigdemontistas' con el 65,2% de los votos, frente al 28,9% de una lista alternativa forjada como protesta entre las bases. Un resultado que demuestra cierto voto de castigo de la militancia hacia lo sucedido este fin de semana. Y es que la asamblea posconvergente se cierra con una tensión notable hasta última hora entre representantes de la actual dirección -sin Marta Pascal, defenestrada por Carles Puigdemont- e integrantes del sector fiel al 'expresident'.

La imagen de unidad es meramente virtual, dado que los 'pascalistas' han amagado hasta el último momento con presentar una candidatura propia. Además, las votaciones de la ponencia política en temas como las incompatibilidades de cargos y la hoja de ruta secesionista han reflejado una clara fractura interna. Y las bases, sin apoyo de los líderes, han presentado su propia lista a la dirección como herramienta de protesta contra los "pactos en los despachos" y a favor de la elección de todos los cargos a través de listas abiertas.

Conversación Puigdemont-Bonvehí

Tras una mañana de mucha tensión y nervios entre unos -los fieles a Pascal- y otros -los seguidores de Puigdemont-, finalmente se ha registrado una lista de 29 dirigentes en la que no están -por una cuestión de incompatiblidades- los consellers' Miquel Buch y Damià Calvet, claramente alineados con el 'expresident'. Pero sí integrantes de una y otra sensibilidad. Una lista con David Bonvehí como presidente -hasta hoy número dos del partido tras Pascal- y Míriam Nogueras -diputada en el Congreso y fiel a Puigdemont- como vicepresidenta. Con todo, no existe ningún liderazgo fuerte que pueda hacer sombra al gran ganador del cónclave: Puigdemont.

Después de la victoria de los 'pascalistas' en cuestiones como el régimen de incompatibilidades -que vetaba el acceso a la cúpula a Buch y Calvet-, los 'puigdemontistas' han "encarecido el precio" de la negociación, según admitían los propios seguidores del líder de JxCat. Una conversación entre el 'expresident' y David Bonvehí ha desencallado la situación. Puigdemont le ha dado carta blanca al nuevo presidente del PDECat para confeccionar su ejecutiva y este ha elaborado una dirección con un cierto equilibrio interno.

La dirección, elemento secundario

En cualquier caso, la cuestión clave del cónclave no ha sido otra que la integración en la Crida Nacional per la República promovida por Puigdemont. De ahí que la actual dirección del PDECat carezca de un liderazgo fuerte, de una secretaría general. Quien mandará, a distancia, será Puigdemont. Con un único objetivo: subsumir al partido en su Crida. Para ello se ha creado una comisión de enlace formada por seis personas: los presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn; el huido Lluís Puig, y los nuevos presidente y vicepresidenta del partido, Bonvehí y Nogueras.

El objetivo de esta comisión será definir la integración de la posconvergencia en la Crida, en cuestión de meses. En cambio, los fieles a Pascal quieren dar la batalla por mantener viva la marca del partido al menos hasta las elecciones municipales, en mayo del 2019. La división interna ha estallado con la presentación de una lista fraguada por las bases territoriales, en protesta por la toma de decisiones en los despachos. Una candidatura que exigía primarias y listas abiertas para escoger los cargos orgánicos.

División estratégica

Mientras, las votaciones en el plenario han evidenciado una notable división. Por ejemplo, la intención del sector crítico de introducir el carácter "inmediato" de la consecuución de la república catalana ha sido rechazada por solo nueve votos de diferencia (415 contra 406). Finalmente, la ponencia política apuesta por alcanzar la independencia "lo antes posible", sin concretar plazos.

En cuanto a los métodos, también ha habido división a la hora de aclarar si se aceptaba la vía unilateral. En este caso sí se ha logrado recuperar este concepto en el preámbulo de los estatutos, de donde desapareció para poder registrar al partido en el Ministerio del Interior. La unilateralidad ha sido incorporada por 363 votos a favor frente a 350 en contra.

En el régimen de incompatibilidades de los estatutos también ha habido batalla. Los críticos con Pascal querían relajar este régimen para permitir a los altos cargos institucionales formar parte de la dirección. No lo han logrado por 473 votos en contra frente a 286 a favor. Con ello, los 'consellers' Buch y Calvet no entrarán en la nueva cúpula del partido.

En cambio, sí se ha permitido acumular hasta tres responsabilidades, como sería el caso de un alcalde, diputado en el Parlament y responsable de algun órgano de dirección del partido. El resto de ponencias, relativas a cuestiones como el municipalismo, el bienestar social o la política territorial, han salido adelante sin a penas votos contrarios.

Los presos, por la Crida y la unidad

En la clausura del cónclave se ha leído una carta de Rull, Forn y Turull, presos en Lledoners. Un texto en el que claramente han apostado por la integración del PDECat en la Crida y por la unidad, y en el que han extramado la disyuntiva entre "enviar un mensaje claro y contundente a favor de la república catalana o perdernos en batallas y personalismos estériles". "Tenemos la obligación de liderar y el mandato moral de pediros unidad. No salir de la asamblea sin cohesión sería un error gravísimo. Hace falta una mirada amplia de largo recorrido y mucha generosidad", han añadido.

Pese al mensaje de los presos, el resultado del congreso deja muchos interrogantes y heridas abiertas. Interrogantes como el papel de los diputados del partido en Madrid. Según fuentes del grupo en el Congreso, que encabezan Carles Campzuano y Jordi Xuclà, no va a haber cambios de fondo en la estrategia. En cambio, los fieles a Puigdemont explican sin tapujos que a partir de ahora será el 'expresident' el que decida y mande, con lo cual la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez se puede ver amenazada. Recuerdan que Nogueras, también diputada, es la nueva vicepresidenta del PDECat y en la cúpula hay otros fieles a Puigdemont con escaño en Madrid, como Lourdes Ciuró.

En cuanto a las heridas, los 'pascalistas' se quejan de la excesiva agresividad de Puigdemont a la hora de defenestrar a la hasta ahora líder del partido. Una asociada del PDECat, crítica con lo sucedido, resumía el enojo en la siguente reflexión: "Se han pasado con la dictadura y el chantaje emocional a la hora de esgrimir el criterio de los presos para imponer las decisiones".