Gesto grave, silencio en los prolegómenos de la comparecencia de Carles Puigdemont y Ada Colau, escoltados por Oriol Junqueras. Lágrimas en los ojos de la alcaldesa al tomar la palabra. Determinación en las palabras de ambos. “Catalunya ha sido, es y será una tierra de paz y de bienvenida. Y no dejaremos que una minoría acabe con una forma de ser que se ha forjado a lo largo de los siglos”, ha afirmado el ‘president’. “Barcelona es una ciudad de diálogo y democracia, abierta al mundo y orgullosa de su cosmopolitismo”, ha sentenciado la alcaldesa.

Puigdemont ha aseverado que “todas las personas de bien, de cualquier civilización y de cualquier religión” están al lado de Barcelona. “Antes ha sucedido en otras ciudades, hoy, a la capital de nuestro país”.

Además de tratar de ahuyentar, con sus palabras, cualquier posible reacción xenófobade la población, el ‘president’ ha querido despejar cualquier atisbo de duda sobre la colaboración entre los cuerpos policiales. Tras felicitar a todos ellos ha afirmado que este 17-A “no ha habido ninguna disputa que valga”, en velada referencia a las tensiones entre los departamentos de Interior del Estado y de la Generalitat a lo largo del ‘procés’.

Puigdemont ha señalado que son 90 las víctimas, entre las que cabe contar con una “docena” de fallecido. 80 siguen, a las 21 horas, ingresadas y 15 de ellas están en estado grave.

Viernes 18, 12 horas, plaza de Catalunya

Una muy afectada Colau ha tenido sobre todo palabras para las víctimas y también para agradecer las centenares muestars de solidaridad recibidas desde todo el mundo. “Su solidaridad nos ayuda mucho. Nos hace sentir mucho más fuertes”.

Colau ha convocado a la ciudadanía a concentarse en la ‘zona cero’ del atentado, la mismísima plaza de Catalunya el viernes a mediodía para guardar un minuto de silencio.