El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, insiste en un diálogo sin condiciones con el Estado respecto al conflicto soberanista, lo cual desde su punto de vista significa que el Gobierno del PP no ha de obligar al Govern a renunciar al referéndum independentista del 1 de octubre como condición para sentarse a una mesa a buscar un eventual punto de encuentro.

Esta es la respuesta de Puigdemont respecto a la posición defendida por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien, como ha informado este domingo EL PERIÓDICO, ha tratado de mediar entre el Govern y el Ejecutivo del PP con una propuesta que pudiera pasar por cancelar el 1-O a cambio de que Mariano Rajoy se aviniese a negociar las condiciones de una futura consulta. Según la alcaldesa, se trataría de que la Generalitat no condicione la apertura del diálogo a un referéndum de autodeterminación, y el Estado debería aceptar debatir sobre el derecho a decidir de los catalanes.

Colau se entrevistó el viernes por la tarde con el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, tras la publicación de una carta abierta a Rajoy (con copia al rey Felipe VI), enviada al 'Financial Times', firmada por Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y la propia Colau ofreciendo un diálogo sin condiciones para que el Ejecutivo del PP moviera ficha.

Millo planteó que Puigdemont desconvoque el referéndum y esté dispuesto a un diálogo no condicionado a que el Estado reconozca el derecho de autodeterminación de Catalunya. Solo si se cumplen las dos condiciones habría una posibilidad de explorar el diálogo.

Fuentes cercanas al 'president' confirmaron que el sábado Colau telefoneó a Puigdemont para informarle de su reunión con Millo. Estas fuentes aseguran que en la conversación la alcaldesa explicó al 'president' que le había trasladado a Millo una queja formal por la deriva represiva del Estado durante los últimos días.

Soraya antes que Millo

Fuentes del Govern quitan importancia al papel que pueda tener el delegado del Gobierno en Catalunya por su falta de influencia y capacidad frente a quienes dirigen la estrategia del Ejecutivo del PP: Soraya Sáenz de Santamaría y el propio Rajoy. De esta manera en el Palau de la Generalitat ponen agua al vino a un eventual acuerdo en el que uno de los actores fuera Millo.

En cualquier caso, el 'president' Puigdemont mantiene su posición abierta a negociar las condiciones del referéndum pero no el referéndum mismo. Dichas condiciones pueden pasar por la fecha de la convocatoria, así como la pregunta concreta a formular, y los requisitos y condiciones de la consulta. Entre ellos incluso la existencia de un porcentaje mínimo de participación. Unos flecos que por el momento no están sobre la mesa porque la intermediación de Colau -siempre según las fuentes del Govern- no ha avanzado posiciones entre ambos contendientes, que por el momento mantienen su choque beligerante a dos semanas de la celebración del 1-O.