La actualización de las pensiones con arreglo al IPC es una reivindicación del PSOE, que ha hecho bandera de esta iniciativa durante los últimos meses, pero ahora que el Gobierno se ha comprometido a dar ese paso, dentro de la negociación presupuestaria con el PNV, el principal partido de la oposición carga contra las formas empleadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Los socialistas renovaron este miércoles su rechazo a las cuentas del 2018, tachadas de “las más regresivas” desde el 2009, y acusaron al Ejecutivo de usar a los jubilados como “mercancía electoral”.

"¿No había dinero para que los pensionistas no perdieran poder adquisitivo y ahora sí hay dinero?", se preguntó durante el debate de las enmiendas a la totalidad el portavoz de Hacienda del PSOE, Pedro Saura. “Están usando a los pensionistas para la negociación política. Es un escándalo lamentable utilizar a los pensionistas como mercancía electoral. Las pensiones no son una mercancía, son un derecho”, añadió.

Críticas a Ciudadanos

Los socialistas atacaron al Gobierno por el flanco social, pero también se dirigieron a Ciudadanos, que apoyará las cuentas, por su “trilerismo político”. Para Saura, el partido naranja “dice una cosa por la mañana y hace otra por la tarde”. Al votar a favor de estos Presupuestos, continuó el diputado del PSOE, Albert Rivera “está también apoyando unas cifras decepcionantes para luchar contra la pobreza infantil y el incumplimiento del Gobierno con las mujeres en la lucha contra la violencia de género”.

Las cuentas de este año, concluyó Saura, provienen de un Gobierno “acorralado por la corrupción”, cuyo objetivo es “jibarizar” el Estado y “competir en el exterior devaluando salarios y condiciones laborales”.