El PSC y los 'comuns' han aprovechado el pleno fallido de este sábado para reclamar el fin de la política de bloques en Cataluña. El tiempo dirá si las manos tendidas de Xavier Domènech y Miquel Iceta han sido solo gestos de buena voluntad o pueden resultar el inicio de algo más, en la línea de entendimiento que les proponía hace semanas el republicano Joan Tardà.

De momento, parece ver más factible el acercamiento de los 'comuns' e independentistas. Joan Josep Nuet, uno de los 25 procesados por el 1-O, y el resto de los diputados de los 'comuns' se han levantado para aplaudir a Roger Torrent después de que este sentenciara que no descansará hasta que los políticos presos y los que han tenido que marcharse puedan estar "en casa con nosotros". La decisión del juez Pablo Llarena ha vuelto a unir al 'colauismo' y a los independentistas, como se ha visibilizado con la participación de Xavier Domènech en el acto posterior en el auditorio en el que se reclamaba "un frente común en defensa de la democracia y los derechos fundamentales".

Domènech, muy duro con ERC y JxCat en el pleno del jueves, ha cargado en el de este sábado las tintas contra la represión judicial del 1-O, ante la que ha pedido crear un "frente democrático" amplio, transversal como mínimo desde "la CUP hasta el PSC". El líder de Cataluña en Comú Podem ha acusado al juez Llarena de "juzgar voluntades, ideas, no hechos". "Aquí no hay justicia, solo el objetivo de apartar dirigentes políticos y sociales. Es una lógica de vencedores y vencidos". Tras recordar a todos los "injustamente encarcelados" y al resto de encausados por el 1-O, ha aseverado que, pese a estar viviendo "las horas más oscuras de nuestra historia", "Cataluña no puede ser derrotada".

"Empatía y comprensión"

"Empatía y comprensión". Con estas palabras ha empezado Iceta una intervención crítica con la "actuación desproporcionada del poder judicial" y en la que ha advertido de los "riesgos del gobierno de los jueces". El primer secretario del PSC, que ya tendió su mano "a cambio de nada" el jueves, ha reclamado una solución política "al problema político más relevante en democracia desde 1981".

Citando a Felipe González, ha sentenciado que "nos amparamos en las togas porque como políticos somos unos inútiles. Para que no gobiernen los jueces tiene que haber gobierno". Iceta ha pedido amplísimas mayorías "entre los que pensamos radicalmente de forma contraria sobre el 155 (...). O aproximamos posiciones o nos volveremos a equivocar todos". El líder del PSC ha asegurado estar dispuesto a "abandonar el refugio de los bloques para avanzar en el camino abierto del diálogo". Pese a que en su intervención ha tenido un recuerdo para los encarcelados y sus familias, ni él ni sus diputados se han sumado a los aplausos de independentistas y 'comuns' a los familiares de encarcelados que estaban en la tribuna. Tampoco han acudido al acto posterior en el que se reivindicaban un frente común.

Minutos después, Pedro Sánchez ha pintado en Twitter una clara línea roja, recordando que no deben alinearse con los nacionalistas. "Nuestro proyecto de cambio político defiende el cumplimiento íntegro de la ley y la Constitución. La izquierda no puede alinearse con los separatistas, es profundamente insolidario. No hay ninguna causa de izquierdas en el independentismo. Nuestros valores son los de la igualdad".