Los equipos negociadores del PP y Ciudadanos han mantenido este lunes una "intensa mañana de trabajo" que va a continuar esta tarde y a lo largo de la semana con nuevas reuniones en busca del 'sí' del partido naranja a la investidura de Mariano Rajoy. Aunque los portavoces de ambos grupos han trasladado que la primera toma de contacto, tras la reunión puramente metodológica del pasado viernes, ha sido "cordial" y hay "voluntad de entendimiento", no han ocultado que han surgido los primeros encontronazos a cuenta de algunas de las peticiones remitidas por C's a los colaboradores del presidente en funciones.

C's envió el fin de semana un documento con 100 reclamaciones que según ha reconocido el vicesecretario de organización popular,Fernando Martínez-Maillo, contiene medidas con los que su partido mantiene "serias discrepancias" y que se han decidido aparcar para debatir "al final del proceso". Ninguna de ellas es, en su opinión, un "obstáculo insalvable", pero sí hay "puntos que separan" a ambos partidos y que requieren de un debate profundo y que se cerrará al final del proceso, según ha avanzado.

El día de hoy estaba destinado al primer bloque de los cinco en los que se van a dividir las conversaciones: economía y empleo (al que seguirán sociedad del bienestar; transparencia, regeneración y lucha contra la corrupción; reforma y fortalecimiento institucional; y España en la UE y el mundo). Y por lo que ha dejado entrever el portavoz de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, las primeras dificultades ha surgido en el ámbito laboral, dado que Ciudadanos "va a mantener encima de la mesa" su reivindicación de que en España se instaure un contrato único. "Es un punto a seguir hablando y discutiendo", ha reconocido.

Pese a las discrepancias, el ánimo de ambos partidos es cerrar un acuerdo el próximo fin de semana que pueda ser rubricado por Rajoy y Albert Rivera antes del debate de investidura, que empezará el 30 de agosto.