En sus primeras declaraciones públicas tras su clara victoria frente aSusana Díaz en las primarias socialistas del pasado 21 de mayo, Pedro Sánchez ha dejado claro que los 84 diputados socialistas no apoyarán la polémica moción de censura a Mariano Rajoy planteada por Podemos. El nuevo secretario general del PSOE continúa sin aclarar si votarán en contra o se abstendrán en la polémica iniciativa de Pablo Iglesias, que algunos de los socios del partido morado, como Compromís, le han llegado a pedir que retire, pero al mismo tiempo ha lanzado guiños a su electorado, marcando distancias con su líder.

“Yo, en particular, me siento muy próximo a los votantes de Podemos. Pero hay algunas decisiones y formas de hacer de Iglesias que no comparto”, ha señalado en la Feria del Libro de Madrid.

La tesis de Sánchez es que hay motivos de sobra para “censurar” a Rajoy, pero que una medida tan drástica como una moción solo debe impulsarse si hay una mayoría parlamentaria suficiente para que salga adelante. “El Gobierno de España es censurable por regenerar las instituciones y por su utilización partidista”, ha explicado justo después de detenerse en la dimisión del fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix, por sus propiedades en Panamá, que a su juico llega “tarde y mal” y supone “una prueba más” de que España pasa por “una etapa negra para la democracia”.

"DEBEN DAR LOS NÚMEROS"

“Hace más de un año de la investidura fallida y no podemos permitirnos que se vuelva a producir. Para que se dé el cambio deben dar los números. No vamos a formar parte de una moción de censura para la que no dan los números”, ha continuado, recordando el fracaso de su intento de llegar a la Moncloa en marzo del 2016.

“Vamos paso a paso”, ha contestado Sánchez sobre el sentido del voto de los socialistas en la moción, que se debatirá el próximo 13 de junio en el Congreso de los Diputados. El secretario general del PSOE, al contrario que la gestora, es partidario de la abstención, porque así los socialistas no votarían lo mismo que el PP y subrayarían que no son igual que los morados, que rechazaron la investidura de Sánchez, abocando así a España a la repetición electoral. Pero todavía no ha comunicado su decisión final.