El filósofo Fernando Savater, en nombre de «la sociedad civil que se enfrentó y padeció a ETA», rechazó ayer que la banda terrorista «cambie las armas de matar por las armas de mentir» y abogó por procurar una «derrota política» de la organización, además de la «militar», ya conseguida.

Savater intervino en la presentación en San Sebastián del manifiesto Por un fin de ETA sin impunidad, que impulsó junto con un grupo de intelectuales y víctimas de ETA para que «los ciudadanos de bien no caigan en la trampa mediática urdida por la banda terrorista».

Además del filósofo, el texto, que firmaron ya más de 4.500 personas, fue promovido por la expresidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua; el socialista exmiembro de ETA Teo Uriarte; el exconsejero vasco Joseba Arregi; el profesor Luis Castells; la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, y el escritor Martín Alonso.

Al acto de San Sebastián acudieron asimismo representantes políticos como la expresidenta del PP del País Vasco, María San Gil, quien estuvo acompañada de la concejal popular en San Sebastián, Miren Albistur, el exlíder de UPyD Gorka Maneiro y el portavoz de Ciudadanos en el País Vasco, Nicolás de Miguel, entre otros.

Los firmantes abogan por desmantelar «las otras armas» de ETA: «la impunidad, el chantaje moral a las víctimas de ETA, el proyecto político, el discurso del odio y la falsificación de la historia».

En la presentación del manifiesto, que fue hecho público el pasado martes, Savater insistió en que no permitirán que la organización terrorista cambie «las armas de matar» por las de «falsificar el sentido político de su derrota».

A su juicio, la «mayor corrupción política de este país ha sido el terrorismo», por lo que no se puede admitir que «los corruptos que han practicado, apoyado y se han beneficiado del terrorismo ahora saquen rédito y sean los que se llevan el gato al agua».

Savater se refirió al manifiesto sobre el desarme respaldado ayer por todos los partidos políticos vascos excepto el PP y ha tachado de «espectáculo lamentable» que partidos «constitucionales que tienen muertos de ETA», en alusión al PSE, se presten al «paripé absurdo que hubo ayer para dar un respaldo a la izquierda abertzale».

El filósofo donostiarra ha afirmado que «ahora que se lleva tanto lo de la posverdad», en Euskadi se quiere hacer creer que «(Arnaldo) Otegi con algún otro compañerete socialista son los que han acabado con ETA».

«Las armas, las que vayan a entregar, son una anécdota, porque lo que pasa es que ya no pueden emplearlas, no tienen ni gente ni posibilidades. No las van a emplear pero las van a cambiar por otras que sí están empleando, las armas de la mentira, las armas de la corrupción política, de aprovecharse del miedo inoculado a la sociedad para hacer prosperar sus ideas», denunció.

Por su parte, Maite Pagazaurtundua tachó a ETA y a sus simpatizantes de «depredadores morales y políticos», tras lo que dijo que los impulsores y firmantes del manifiesto no se conforman con que ahora la organización terrorista no les asesine, sino que aspiran a «regenerar la sociedad vasca».

«Hablamos de las otras armas de ETA, de los arsenales que los demócratas tenemos que desmantelar, porque han sido derrotados operativamente, pero no políticamente y siguen siendo depredadores morales que nos quieren domesticar y someter», proclamó Pagazaurtundua.

El manifiesto exige justicia «sin impunidad», rechaza el proyecto político de ETA y la «falsificación de la historia», además de exigir una política penitenciaria que no excarcele anticipadamente a los presos terroristas. El manifiesto del colectivo ya ha sido firmado por más de 4.500 personas en solo unos días.