Mariano Rajoy levantó este martes acta de defunción del 'marianismo' y los dirigentes del PP lo despidieron con lágrimas, palabras bonitas y anécdotas. Cuando el político gallego acabó la intervención en la que anunció que se va porque es lo más conveniente para todos, España incluida, una treintena de dirigentes del partido quisieron tomar la palabra. Esa parte del acto, ya cerrada para la prensa, se ha podido reconstruir hablando con unos y con otros. Y todos ellos coinciden en que ninguno de los que alzaron la voz se permitieron decir algo que pudiera interpretarse como que se estaban ofreciendo para suceder a Rajoy o estaban apostando por uno u otro candidato. “No es un día para postularse”, admitieron varios de los que no están en las quinielas.

Sí siguen estando en todas las cábalas tres: el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Los asistentes estuvieron muy atentos a lo que dijeron y no hubo guiños ambiguos por su parte. Feijóo, al que muchos en el partido ven como el relevo natural del exjefe del Ejecutivo, se emocionó tanto que casi no le salían las palabras. “No tenía pensado hablar”, dijo con la voz entrecortada antes de subrayar “la grandeza política y humana” de Rajoy.

La exvicepresidenta habló en representación del último Gobierno del PP y agradeció que el jefe no hubiera puesto a los ministros “en ningún brete”. “Nuestros errores los ha asumido como propios. Es la persona más honrada del PP”, declaró.

Cospedal subrayó cómo el político gallego ha velado por la “unidad” y la “independencia” del partido desde 2004. “Ahora se abre una nueva etapa y el partido va a estar a la altura de las circunstancias”, afirmó como un aviso a navegantes.

MILITANTES DEL PP, A VOTAR POR PRIMERA VEZ

El próximo lunes se reunirá la junta directiva nacional que será la encargada de convocar el congreso extraordinario nacional. A partir de ese día los que quieran dar un paso al frente lo podrán hacer. Esta vez, y tras el cambio en los estatutos el año pasado, votarán por primera vez los militantes del PP. En la primera vuelta votarán los afiliados inscritos y pasarán a la segunda vuelta los que logren más del 10% de los votos. En esa segunda vuelta serán los compromisarios elegidos también a través de urnas los que finalmente elegirán en el congreso al presidente del PP.

Pero este martes no era día de candidatos, solo de loas a Rajoy. Al salir del cónclave, ante las cámaras ya, Feijóo se negó a responder si está dispuesto a dar el paso para sustituirle. Aunque eso es imposible, advirtió el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. “Tenemos mucha experiencia política y sabremos encontrar no el sustituto, sino el sucesor, porque Rajoy no tiene sustituto”, destacó.

Muchos hablaron de la consabida “nueva etapa”, entre ellos el dirigente madrileño Pablo Casado que, hasta que la montaña rusa se puso en marcha en las últimas semanas y le sacudió con una carrera aprobada a hipervelocidad galáctica, sonaba como candidato a Ayuntamiento y Comunidad, según el día. “Se abre una nueva etapa en el PP. Tenemos que reconectar con los españoles y cambiar cuanto antes el Gobierno”, opinó.

"ANÍMICAMENTE TOCADOS"

El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, admitió que están “anímicamente tocados” porque la salida de Rajoy ha sido especialmente “emotiva”.

Casi todos reconocieron abiertamente que la decisión les pilló por sorpresa, pero que en el PP “hay cantera” para pilotar la renovación del partido. El mejor resumen, quizá, el de Fernández Díaz. “Tengo la mayor estima por Feijóo y por otras personas. Afortunadamente cantera tenemos, no nos falta banquillo en el PP”, dijo y se entendió que era un símil futbolístico y no judicial.