Alrededor de un millar de personas clamaron este domingo en Madrid por el fin de la "impunidad franquista", para lo que reclamaron el reconocimiento jurídico de las víctimas, la anulación de la ley de Amnistía de 1977 y la apertura de una investigación de los crímenes de la dictadura.Más de 70 colectivos y asociaciones de víctimas del franquismo participaron en la marcha en que se exigió "verdad, justicia y reparación" porque, según destacaron, "los crímenes del franquismo no prescriben".

Bajo el lema "Basta de impunidad franquista", los manifestantes corearon gritos como "Fosas cerradas, heridas abiertas", mientras portaban fotos de sus familiares desaparecidos.

Al acto asistieron, entre otros, el concejal de Ahora Madrid en el ayuntamiento de la capital, Mauricio Valiente, o el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien señaló que "no habrá democracia plena y democracia con dignidad mientras no recuperemos la memoria de las víctimas del franquismo". "Ya sabemos que la memoria no trae pan, pero sí sabemos que trae dignidad", añadió el diputado, quien expresó su deseo de que en la próxima legislatura surja "una correlación de fuerzas de izquierda" que juntas saquen adelante una ley de memoria histórica.

En este sentido, el portavoz de la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, Julián Rebollo, calificó de "bochorno" que en España aún queden fosas sin abrir y reclamó al Ayuntamiento de Madrid que declare públicamente su "repudio" al franquismo y que el Estado lo declare finalmente como una dictadura.

Al término de la marcha, se procedió a la lectura de un manifiesto en castellano, catalán, euskera y gallego recordando algunas de las exigencias que ya plasmaron en una carta consensuada en el encuentro estatal de colectivos de la memoria histórica y de víctimas del franquismo el pasado 17 de octubre.

En ella, proponen la creación de una Fiscalía especializada para la investigación y persecución de los crímenes del franquismo y el pleno reconocimiento jurídico, social y político de todas las víctimas respecto a los derechos que tienen otros colectivos como los de ETA.