Dirigentes europeos criticaron ayer la violencia policial contra los votantes en el referéndum de Catalunya y pidieron diálogo, mientras que la cancillera alemana, Angela Merkel, llamó por teléfono al Mariano Rajoy «para interesarse por los heridos»,según informó el diario alemán Die Welt,

El primer jefe de Gobierno de la UE en reaccionar a la jornada de ayer fue el belga Charles Michel. “La violencia no puede ser jamás la respuesta. Condenamos todas las formas de violencia y reafirmamos nuestro llamamiento al diálogo”, dijo. Hasta ahora el Ejecutivo belga, que lideran los liberales francófonos en coalición con los nacionalistas de Flandes, había optado por mantenerse al margen del debate. Pero la actuación policial no les ha dejado indiferente. Ni a él ni a otrás fuerzas políticas. “La violencia no tiene cabida en un proceso democrático”, añadía el vicepremir belga, el nacionalista flamenco Jan Jambon.

Hasta ahora el Ejecutivo belga, que lideran los liberales francófonos en coalición con los nacionalistas de Flandes, había optado por mantenerse al margen del debate. “En estos momentos es una cuestión española, no está en la agenda europea. Si en un momento dado debiera estarlo nos pronunciaremos pero no voy a poner el carro antes que los bueyes”, indicaba Michel esta pasada semana. Pero la actuación policial de este domingo no le ha dejado indiferente. Ni a él ni atrás fuezas políticas en Bélgica. “La violencia no tiene cabida en un proceso democrático”, añadía el vicepremir belga, el nacionalista flamenco Jan Jambon.

Y lo mismo el jefe de filas de la N-VA y alcalde de Amberes, Bart de Wever, que iba todavía más allá. “No hay lugar en Europa para responsables políticos que recurren a la violencia. Aquellos que continúan rechazando una mediación internacional niegan la democracia”, ha advertido. Incluso el presidente del Partido Socialista, Elio Di Rupo, ha puesto el dedo en la llaga. “Sea cual sea nuestra opinión sobre el referéndum catalán nada justifica tal violencia en el corazón mismo de la UE”.

En Francia, reticentes a entrar en el avispero de la crisis catalana, ni el presidente Emmanuel Macron ni el Gobierno francés han reaccionado a la violenta jornada que ha vivido Catalunya este domingo. Pero en Francia se ve con preocupación el duro pulso que mantienen Madrid y Barcelona. El presidente de la Asamblea Nacional, François de Rugy, antiguo ecologista y miembro de La República en Marcha (LREM), el partido de Macron, ha admitido que “es un poco triste ver que en el corazón de la Unión Europea, uno de los miembros más importantes no logra encontrar una vía democrática, una solución a las diferencias entre el Estado central y Catalunya, que es una región muy fuerte con una identidad muy fuerte”.

“No se trata de saber quién tiene razón y quien se equivoca, hay que encontrar una solución de compromiso”, ha añadido De Rugy, quien recuerda que José Luis Rodríguez Zapatero negoció con las autoridades catalanas y lamenta que Mariano Rajoy no lo haya hecho. “El Estado español ha perdido su sangre fría. La nación no puede ser una camisa de fuerza”, ha dicho en Twitter la principal cara visible de la oposición y líder de la izquierdista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.

También se ha expresado en las redes sociales el excandidato socialista a la presidencia francesa, Benoît Hamon, que ha condenado la dura actuación policial. “Estas imágenes para impedir a la gente votar en Catalunya son duras". La alcaldesa de París, la francesa de origen español Anne Hidalgo, en unas declaraciones realizadas antes de la jornada del 1-O ha dicho no entender por qué Catalunya quiere separarse de España. “Me cuesta entenderlo desde el plano afectivo y desde el intelectual”.

Desde Alemana, el expresidente del Parlamento Europeo y líder de los socialdemócratas alemanes, Martin Schulz, ha calificado de "preocupante" la ocurrido en Barcelona y ha pedido en un tuit un "diálogo inmediato" entre el Gobierno de Madrid y la Generalitat.

En términos similares se han pronunciado los actuales copresidentes del Grupo de los Verdes en la Eurocámara, Ska Keller y Philip Lamberts. "Este es un problema político y necesita ser resuelto políticamente, no por la fuerza policial", han afirmado al tiempo que han pedido a la Comisión Europea que medie en el conflicto. "Condeno lo ocurrido y pido una solución negociada", ha señalado el líder del Grupo liberal del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, así como el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius.

En el Reino Unido, el líder de la oposición, el laborista, Jeremy Corbyn, ha condenado la “violencia policial”, durante la jornada del referéndum. “La violencia policial contra los ciudadanos en Catalunya es escandalosa. El Gobierno español debe actuar para ponerle fin de inmediato”, ha señalado Corbyn en Twitter.

La ministra principal de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, por su lado, también se mostró “cada vez más preocupada por las imágenes que llegan de Catalunya. Al margen de nuestra opinión sobre la independencia, todos deberíamos condenar las escenas que estamos” afirmó en un tuit. La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) hizo un llamamiento para que “España cambie de rumbo antes de que alguien resulte gravemente herido”. “Algunas de las escenas en Catalunya esta mañana son bastante chocantes y, con toda seguridad, innecesarias. Simplemente, dejen a la gente votar”, añadió .

Los observadores internacionales que supervidaron la consulta mostraron su preocupación por «el uso de la fuerza». «Utilizar la policía contra unas elecciones democráticas no debería de estar tolerado en europa» dijo el diputado danés Lars Aslan Rasmussen.

Primer plana en EEUU

Los grandes medios estadounidenses, por su lado, llevan en sus portadas la cobertura sobre el referéndum, un tema que está siendo ‘trending topic’ de Twitter en el conjunto de Estados Unidos. La CNN titula “Caos en Catalunya” y en la entradilla escribe que “hay informaciones de cientos de heridos después de que la Policía Nacional lanzara una masiva operación para reprimir el voto”. 'El Wall Street Journal' titula con “Los catalanes desafían a los antidisturbios para votar en el referéndum”. El artículo reflexiona sobre la gravedad de los acontecimientos y sus potenciales consecuencias: “Los estallidos de violencia podrían profundizar el largo conflicto que ha desgarrado a España y abocar al país a una crisis institucional”, escribe el diario financiero de Nueva York.

'The Washington Post' presenta la votación como “un acto masivo de desobediencia civil”, organizado “por el gobierno regional” pero “propulsado desde grupos de WhatsApp, mensajes encriptados y comités clandestinos”. Su corresponsal en Europa sostiene que la actuación de las fuerzas de seguridad está llamada a dañar la reputación de España. “La imagen no podría ser peor para el Gobierno central. Aunque Madrid podría haber tenido la Constitución de su parte, el bombardeo de imágenes que está llegando desde Catalunya al resto del mundo, muestra a hombres y mujeres normales sacados a rastras de los colegios electorales por policías con casco vestidos completamente de negro”, escribe William Booth en un artículo bajo el título: “Enfrentamientos durante la votación catalana de independencia en España dejan al menos 300 personas y 12 policías heridos”.

Por su parte, 'The New York Times' abre con el título: “Los catalanes desafían a España votando sobre la independencia y chocan con la policía”. La noticia recoge las declaraciones de Puigdemont, en la que tilda la actuación policial de “injustificada e irresponsable”, y también del delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, quien sostiene que “el estado de derecho ha desmantelado el referéndum ilegal”.