Meritxell Batet ha aceptado ser el relevo de Carme Chacón al frente de la lista para el Congreso. Pese a que su intención era repetir como número 2 de Madrid, tras el adiós de la exministra de Defensa está dispuesta a ser la cabeza de lista en Cataluña. Las vidas de ambas van de la mano, ya que aterrizaron juntas en el Congreso en el 2004, año de la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. Muy lejos de los 21 escaños que cosechó entonces el PSC, Batet tendrá ahora el reto de conservar y, si se puede, mejorar los ocho obtenidos el pasado 20-D.

Batet lo ha comunicado en la ejecutiva del PSC de este viernes, que tenía que debatir el tema de las listas, que tanta polémica generaron ya en el 20-D. Después de la renuncia de Chacón, Carles Martí está dispuesto a un acuerdo para evitar las primarias. Tras formar parte de las negociaciones de investidura, la diputada cuenta a su favor con ser una cara conocida y nueva en Cataluña y su figura no genera rechazo en las federaciones catalanas.

Licenciada en Derecho, los que conocen a esta barcelonesa de 43 años ensalzan su "catalanismo ponderado y racionalidad española" y su capacidad para tejer complicidades. En 1996 el director de su tesis, Josep Mir, le comentó que Narcís Serra buscaba a alguien independiente en la primera secretaría del PSC y allí dio sus primeros pasos en el partido. Tras pasar por la Fundació Carles Pi i Sunyer, en el 2004 José Montilla la animó a que saltara al Congreso. En las Cortes, entre otras muchas cosas, encontró en la bancada rival al que sería su marido, el popular José María Lassalle. Al año siguiente se casaban manteniéndose fieles a sus ideales políticos: ella fue el 20-D como número 2 de Sánchez en la lista de Madrid mientras que él es secretario de Estado de Cultura. Aunque Sánchez quería mantener las listas, ve con buenos ojos que su número 2 pase a ser la líder en Cataluña.