Artur Mas ha desgranado en el pleno del Parlament de este miércoles el guion con el que se presentará a la reunión con el presidente Mariano Rajoy del próximo día 30. La financiación autonómica, la no impugnación de las leyes catalanas (léase ley de consultas), el cumplimiento de las leyes españolas (como "la de estabilidad presupuestaria") y, cómo no, el plebiscito previsto para el 9 de noviembre serán las cuestiones centrales que el jefe del Govern de la Generalitat pondrá sobre la mesa. Pero no solo acudirá para ser el único que hable. "Espero con gran interés y deleite recibir propuestas de Rajoy", ha ironizado después de criticar que desde la Moncloa no llegan ofertas para "enfocar el bienestar de los catalanes".

Junto con el debate sobre la violencia en Gaza, el encuentro entre Mas y Rajoy de la semana que viene ha sido el tema estrella en la última sesión de control de este curso político. Salvo ERC, ICV-EUiA y la CUP, el resto de partidos han inquirido al 'president' sobre la cita de la semana que viene, y este ha sido especialmente contundente en la réplica a la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, que ha exigido al líder de CiU que aparque la solicitud de la consulta y se avenga a dialogar sobre cuestiones para la recuperación económica y para la "regeneración democrática". "El Gobierno de España no va a hablar sobre la unidad de España", ha advertido Camacho cambiando de idioma y pasando del catalán al castellano.

"Espero encontrar en Rajoy una actitud más dialogante que la suya", le ha respondido Mas a la dirigente popular. En ese turno de réplica, el 'president' ha insistido en que espera "con interés" alguna propuesta por parte del jefe del Ejecutivo central y ha hurgado en las divergencias existentes entre los conservadores. "Le preguntaré [a Rajoy] dónde está la propuesta de financiación del PP catalán, si ellos la asumen o no", ha espetado.

La propuesta de Camacho

Como antídoto frente al independentismo, Camacho lleva meses planteando un nuevo modelo de financiación que sea "singular" para Cataluña, aunque dentro de la legislación actual, y que respete la ordinalidad (que las comunidades que más aportan no queden por debajo de las receptoras netas en la balanza final) y establezca una "solidaridad limitada". Esa propuesta, sin embargo, ha causado muchos recelos entre los barones del PP de otras autonomías y, además, el propio Ejecutivo central no la ha asumido en ningún momento. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, volvió a ratificar este martes en el Cercle d’Economia que entre sus planteamientos no pasa ahora el de modificar el sistema de financiación.

En su respuesta a la presidenta de los populares catalanes, Mas no ha hablado directamente del plebiscito del 9-N, pero sí le ha explicado que reclamará a Rajoy "que no impugne las leyes catalanas", en relación a la ley de consultas, y que "cumpla las leyes españolas, como la de financiación autonómica, la de estabilidad presupuestaria y la ley de dependencia". En las bancadas del PPC y de Ciutadans, tan habituados a exigir que se cumpla con una Constitución que según ellos no ampara la consulta de autodeterminación, a algunos diputados les ha costado guardar silencio y la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha tenido que llamar a la calma.

El estreno de Iceta

Menos tensión ha habido durante la intervención del nuevo primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que este miércoles se ha estrenado como presidente del grupo parlamentario socialista. En su discurso, Iceta ha insistido en reclamar a Mas que haga todo lo posible por el "diálogo" y le ha ofrecido su apoyo para que insista en la vía de la negociación, aunque le ha instado a renunciar a la pregunta prevista para el 9-N para favorecer el acuerdo.

El 'president' le ha contestado al dirigente socialista que "obviamente" hablará de la consulta, pero le ha agradecido su actitud "dialogante" y le ha vuelto a reclamar que se sume al bloque proconsulta que fijó la fecha y la pregunta del plebiscito.