El vicesecretario general de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, reconoció ayer que en estos momentos hay «un problema en Cataluña» aunque que «se va solventar con procedimiento, serenidad y contundencia».

Maroto, que clausuró en Pamplona un acto de su partido celebrado bajo el lema «40 años de democracia», afirmó al respecto que el Gobierno central tiene una estrategia pero «una de las claves del éxito es no desvelarla». Sí indicó que el Ejecutivo cuenta con un procedimiento ya diseñado «que activa cada cosa en su momento y da garantías. Quien la hace la paga, sea quien sea».

Javier Maroto contrapuso esta forma de actuar a la de la Generalitat y el Parlamento catalán, de los que dijo que no solo van «con prisas», «dando tumbos» y «cometiendo errores», sino que además han incurrido en algo «muy grave» como es «vulnerar» la voluntad y los derecho de las ciudadanía.

«No solo se les ha caído la careta sino que hemos visto lo que había detrás: sectarismo y falta de cultura democrática», dijo, para preguntarse cómo en estas condiciones «pueden pedir respeto para una hipotética república catalana».

«Menudo ejemplo», añadió, y aseveró que el Gobierno catalán «no respeta nada», «impone» la ley, «liquida su propio estatuto» y «coacciona» a ciudadanos y alcaldes, a pesar de lo cual «no va a conseguir que Cataluña sea independiente». Y en este sentido añadió que «solo va a conseguir que se sepa que los ciudadanos de Cataluña no son libres» y «una respuesta contundente del Estado de derecho y del Gobierno de España».

En su intervención defendió además la conveniencia de reivindicar la democracia en España y lo conseguido en estos 40 años. «En este momento hay que estar orgulloso de poder celebrar esta efeméride y sin embargo solo lo hace el PP porque otros están enredados en cosas distintas», expresó, tras lo que ha destacó que su partido tiene «una misma voz» en toda España.

UNA PREGUNTA A LAS BASES / Catalunya en Comú, por su parte, no ha aclarado todavía su posición respecto al referéndum unilateral del 1-O. Será esta semana, desde mañana hasta el jueves, cuando el partido preguntará a sus bases en una consulta interna si la formación debe participar en una convocatoria que, más aún tras la suspensión por parte del Tribunal Constitucional (TC), contempla solo como una «movilización», y no como un referéndum vinculante.