El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, está de acuerdo con el viaje previsto por el expresidente del Gobierno Felipe González a Venezuela para prestar asistencia técnica a la defensa de dos opositores encarcelados. Según anunció el propio González hace unos días, tiene previsto viajar a Caracas del día 17 al 20 de este mes.

"En ningún caso le puedo pedir que no viaje y que no haga algo que cree que debe hacer y que yo también creo que debe hacer", ha dicho Margallo en una entrevista en RNE. Según ha explicado, él ha pedido al embajador español que transmita que "los españoles tienen libertad de viajar por el mundo" y González, como español, "podrá ir a Venezuela si le parece bien".

Asimismo, el titular de Exteriores ha querido subrayar que si las autoridades venezolanas le rechazan en la frontera no será un problema de España: "Será un problema de las autoridades venezolanas, si ellos quieren rechazarle en frontera tienen que valorar la repercusión que puede tener en el mundo y especialmente en la región" a través de la organización regional UNASUR. De hecho, ha añadido, en el caso de Venezuela "lo que importa es lo que haga UNASUR" y eso será lo que apoye España. A su modo de ver, el país debería celebrar elecciones antes de diciembre, "vigiladas o controladas" por UNASUR, y "volver a la normalidad política y a la estabilidad económica".

Margallo ha reconocido que la iniciativa de González "pone los focos" en el caso, pero ha incidido en que la postura de España es siempre la misma: "No se puede pedir que no nos preocupe, se habrán violado los derechos humanos o no pero no se puede pedir que no nos preocupe, y más en Venezuela", ha dicho, destacando que se trata de un país latinoamericano y en el que viven 200.000 españoles. "No es lo mismo lo que pase en Gabón que lo que pase en Venezuela", ha reconocido.

LA DIFERENCIA CON ZAPATERO

A preguntas de los periodistas, el ministro ha diferenciado la comunicación con González, que le informó de que iba a anunciar su ayuda a la defensa de los opositores venezolanos, de la que hubo con otro expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando viajó a Cuba y se reunió con Raúl Castro.

Sobre este asunto, ha recordado que después hubo otro "incidente", cuando Zapatero viajó a Dajla, en el Sáhara Occidental, sin preguntar a Exteriores, "tirándose a la piscina sin saber si hay agua y cómo está la temperatura". "Que un expresidente con lo que representa haga un viaje a un sitio complicado sin saber lo que hay allí me parece como mínimo arriesgado", ha dicho. Después de ese viaje, que tuvo lugar en marzo, no ha habido más viajes de Zapatero, o al menos, según ha dicho, él no se ha enterado.

LOS EMBAJADORES, EN SUS PUESTOS

Aunque ha bromeado con que las relaciones con Caracas "van por días", ha confirmado que los embajadores de ambos países están en sus puestos y ha confiado en que se cumplan las palabras del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sobre que los dos países serán "amigos". El pasado 22 de abril, Margallo llamó a consultas al embajador español ante el "grado de irritación verbal" de Maduro, que acusó a Mariano Rajoy de pertenecer a una "banda de bandidos, corruptos y ladrones".

También ha relatado que a esa normalización han contribuido varios mandatarios latinoamericanos y ha explicado que ese es el funcionamiento normal en una "familia" como es la latinoamericana y que su función es resolver y evitar "líos", no crearlos.