Impulsar cualquier otro candidato que no sea Carles Puigdemont es "legitimar el artículo 155 y el ataque a la democracia". Esto es lo que va a defender Junts per Catalunya durante la campaña electoral de los comicios del 21-D, según consta en un documento interno difundido por Europa Press.

"Estas elecciones son para restaurar la democracia, no para escoger a un nuevo presidente. El Parlament de Cataluña escogió a Carles Puigdemont como presidente de Cataluña", añade el texto con el que trabajarán los integrantes de la lista encabezada por el 'president' cesado.

Según argumenta el documento, las elecciones del 21 de diciembre no son normales porque no las ha convocado Puigdemont, porque hay medio Govern cesado en la cárcel y otro medio en Bruselas, y porque "la Generalitat está intervenida y el Parlament prácticamente anulado".

LA LISTA MÁS VOTADA

Pese a todo, llaman a votar y aseguran que se presentan a los comicios para ganarlos, y considera que JxCat debe ser la lista más votada para dar un mensaje claro al mundo de lo que quiere Cataluña: que el reconocimiento internacional de sus aspiraciones va vinculado al apoyo popular y al restablecimiento de Puigdemont, que hay que decir al Estado que la soberanía recae en el pueblo catalán, y que solo los catalanes deciden quién es su presidente.

También fijan como objetivo que el bloque independentista sea mayoritario como una oportunidad de validar los resultados de las elecciones del 27 de septiembre del 2015 y del referéndum del 1 de octubre.

"Democracia o 155. Solo hay dos opciones posibles en estas elecciones", subrayan en el argumentario, en el que equiparan a Puigdemont con el candidato del independentismo y de la democracia.

Si ganan las elecciones, explican que sus prioridades serán investir a Puigdemont como presidente de la Generalitat; acabar con el artículo 155, la intervención financiera y la "ocupación policial española"; exigir la liberación de los 'presos políticos' y la anulación de los procesos penales abiertos, y restablecer plenamente las instituciones catalanes.

DIÁLOGO, PERO SIN DESCARTAR "NADA"

Avisan de que solo desde estas premisas es posible abrir un diálogo con el Estado: "Priorizamos la vía del diálogo, como siempre hemos hecho. Pero no descartamos nada categóricamente. Reafirmamos nuestro derecho a la autodeterminación, amparado en los tratados internacionales firmados por el Estado, que prevalen en la propia Constitución".

Sin embargo, insisten en que sus reivindicaciones forman parte de un movimiento cívico, pacífico y democrático, a la vez que "determinado", y que no renunciaran a ellas.

También consideran que disponer de un Estado propio es el único instrumento para mejorar la cohesión social, aumentar la prosperidad y disponer de un marco institucional óptimo para todos los catalanes.