Tres magistrados del Supremo están revisando desde ayer al mediodía la petición de excarcelación de Oriol Junqueras. El fallo se conocerá hoy o a principios de la próxima semana, según fuentes del tribunal. El exvicepresidente catalán dejó unas horas la cárcel de Estremera y fue trasladado al centro de Madrid para defender en persona su salida de prisión. Según fuentes jurídicas, Junqueras inició su intervención, de menos de cuatro minutos, señalando sus fuertes convicciones religiosas y su compromiso con «el civismo». Aseguró ser «un hombre de paz» y destacó que nunca ha tenido «una palabra de menosprecio» para otras ideologías políticas.

El líder de ERC, que está encarcelado desde el 2 de noviembre por los delitos de rebelión, sedición y malversación por su implicación en el proceso independentista, dio dos argumentos para salir de prisión: primero, porque ha sido elegido diputado del Parlamento catalán y debe poder ejercer sus derechos políticos y «no defraudar» a los ciudadanos que le han votado y, segundo, porque él siempre ha apoyado «el diálogo bilateral» y la negociación. Se entiende que así lo haría para alcanzar la independencia de Cataluña, tal como han defendido los republicanos en la última campaña. «Por todos esto, intentaré que estos valores sean predominantes allí donde tenga influencia», añadió, según fuentes jurídicas. «Les ruego que me pongan en libertad», subrayó.

EL ÚLTIMO TURNO

Junqueras tomó la palabra en los últimos minutos de la sesión, que había empezado con la intervención de su abogado, Andreu van den Eynde, y de las defensas de Jordi Sànchez (ANC) y el diputado de Catalunya Sí que Es Pot Josep Maria Nuet, que respaldaron la petición de salida de prisión del líder republicano.

Después habló la acusación popular, que ejerce Vox, que se opuso a la excarcelación, y la Fiscalía, que también se manifestó en contra por riesgo de reiteración delictiva. Estaban presentes dos representantes del Ministerio Público, Javier Zaragoza y Consuelo Madrigal, y tomó la palabra solo el primero.

Según fuentes jurídicas, Zaragoza en su exposición se extendió en los delitos por los que Junqueras está en la cárcel. Algunos abogados dijeron que parecía más un informe de conclusiones que otra cosa y Van den Eynde le acusó de querer «adelantar el juicio» e «ir al fondo del asunto», cuando ahora la sala de lo penal, según el defensor del exvicepresidente, solo debe analizar «los derechos» de Junqueras y sus votantes.

Zaragoza recordó los motivos por los que se le acusa al dirigente catalán y dijo que, aun sin entrar en el debate si hubo violencia o no (rebelión), los otros dos delitos (sedición y malversación) son lo suficientemente graves como para «mantener» la prisión preventiva. En su intervención, el fiscal también hizo referencia de pasada a la posibilidad de que Junqueras pueda pedir permisos puntuales para participar en las sesiones del Parlament, una posibilidad que más tarde fuentes de la Fiscalía General del Estado no quisieron comentar.

Zaragoza, siempre según fuentes jurídicas, subrayó que su elección como diputado el 21-D no puede ser usada como «moneda de cambio» para modificar las medidas cautelares. Además, hizo referencia a la posibilidad de que el líder de ERC pueda ser elegido president, un cargo desde el que el Ministerio Fiscal teme que pudiera reincidir en los delitos de los que se le acusa.

«COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS»

En una nota a la prensa, horas más tarde, la Fiscalía explicó su decisión de mantener la prisión preventiva por los «comportamientos violentos» del día 20 de septiembre (frente a la Consejería de Economía) y del 1 de octubre. «Existen datos objetivos indiciarios suficientes que acreditan la participación de Junqueras en estos hechos como promotor e impulsor de los mismos», se lee en el texto. También señala la «ausencia de un compromiso con la legalidad constitucional» por parte del líder de ERC y el hecho de que no haya renunciado al uso de «vías ilegales» para defender su proyecto.