Jordi Pujol Ferrusola negó este lunes ante el juez Pablo Ruz haber trasladado mochilas con billetes de 500 euros a Andorra, como le acusó su expareja Victoria Álvarez, según fuentes de su defensa. Además, estas fuentes han justificado este martes que el magistrado no adoptara medidas cautelares porque el informe de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la policía "no tiene músculo". En este documento se asegura que el hijo del 'expresident' cobró comisiones a empresas que obtuvieron contratos con la Administración catalana.

Estas fuentes también han explicado que la fiscalía no podía pedir medidas cautelares porque no existe riesgo de fuga ni destrucción de pruebas. Asimismo, facilitaron algunos detalles de la comparecencia de ayer de su cliente que se prolongó durante cinco horas. Pujol hijo reconoció que había tardado más de 10 años en cobrar el asesoramiento que llevó a cabo en Gabón para la instalación de redes eléctricas. Y que por este trabajo percibió un 18% y el resto se lo quedó el encargado de conseguir el contrato.

LAS PRIMICIAS, EN EL JUZGADO

También admitió que ha mantenido exclusivamente una relación íntima con Victoria Álvarez aunque ha negado haber trasladado en un mochila 400.000 euros, como sostiene ella. Y, según fuentes de su defensa, atribuyó estas acusaciones al apego de su expareja a los medios de comunicación. "Las primicias las digo en el juzgado", afirmó ante el juez Pablo Ruz.

Asimismo, Pujol Ferrusola negó ser comisionista o un conseguidor de negocios y se definió como "un dinamizador". El juzgado investiga las relaciones de sus empresas con 17 firmas a las que habría facturado 8,5 millones de euros.

Por su parte, la declaración de la testigo Cristina Isabel de Francisco duró unos escasos 10 minutos, ya que sigue siendo la secretaria de Pujol Ferrusola como lo fue antes también de su mujer, Mercè Gironès. Esta testigo explicó que reservó el nombre de una de las cinco empresas del matrimonio Pujol Gironès, pero negó tener alguna responsabilidad en la misma.