El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha afirmado este martes, durante su declaración como imputado por la fortuna millonaria que el pasado mes de julio admitió haber mantenido oculta durante 34 años en Andorra, que no declaró este dinero y optó por desvincularse de él por "miedo" a que su imagen pudiese quedar dañada y por la situación política del país.

Pujol ha declarado durante más de dos horas ante la jueza que instruye el caso, Beatriz Balfagón, mientras que su esposa se ha acogido a su derecho a no declarar. El 'expresident' ha contestado a todas las preguntas de la jueza y del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, que ha venido expresamente desde Madrid para interrogar a Pujol y su familia, y de su abogado, Cristóbal Martell. En cambio, se ha negado a responder a la acusación popular que ejerce Manos Limpias.

El fundador de CDC no ha aportado ninguna documentación al juzgado y se ha ratificado en la versión expuesta en el comunicado del pasado mes de julio. Según ha reiterado, el dinero oculto en Andorra provenía de la herencia de su padre, Florenci Pujol, de una actividad "supuestamente ilícita" por el cambio de divisas. No proviene de comisiones ilegales ni del erario público, ha subrayado.

Pujol también ha explicado que su padre envió a su mujer, Marta Ferrusola, unas cartas manuscritas en las que daba las indicaciones sobre el legado de Andorra. Sin embargo, esas cartas tampoco han sido aportadas al juzgado.

HOMBRE DE CONFIANZA

En un primer momento, ha añadido el 'expresident', el legado lo gestionó Delfín Mateu, un hombre de su confianza que ya ha fallecido. Posteriormente, ha añadido, cuando sus hijos alcanzaron la mayoría de edad, se hicieron cargo ellos.

Preguntado sobre el motivo por el cual no han aportado documentación ni extractos bancarios de las cuentas en Andorra, Pujol ha respondido que no se les ha ocurrido. Asimismo, ha justificado el incremento de 140 millones de pesetas a 500 millones en estos depósitos por las inversiones financieras. Finalmente, ha asegurado no saber nada de la investigación que llevó a cabo un juez de Liechtenstein y ha rechazado tener dinero en otros países.

EL PRIMOGÉNITO SE OCUPÓ DE GESTIONAR LAS CUENTAS

Tras la declaración de Jordi Pujol, han declarado tres de sus hijos (Marta, Mireia y Pere). Han explicado que se enteraron de la existencia del legado de su abuelo en 1992 y que, ante la publicación en el diario 'El Mundo' de las cuentas, decidieron regularizar el dinero.

Los tres hermanos Pujol también han explicado que fue el hermano mayor, Jordi Pujol Ferrusola, quien gestionó más directamente esas cuentas al ser el primero en alcanzar la mayoría de edad, y que periódicamente realizaba ingresos de dinero en ellas.

SALIDA TENSA DEL JUZGADO

"Las declaraciones las he hecho ante quien las tenía que hacer", ha dicho Pujol a preguntas de los periodistas a la salida de los juzgados. Una salida que ha sido mucho más tensa que la entrada y en la que el matrimonio Pujol-Ferrusola ha tenido que ser protegido por agentes de los Mossos d'Esquadra y vigilantes de seguridad de los juzgados.

Pujol y Ferrusola han llegado a la Ciutat de Justícia a las 9.30 horas y han sido recibidos con bocinas, silbidos y gritos de "chorizos" y "ladrones" por parte de media docena de manifestantes. Asimismo, un grupo de funcionarios de Justícia les esperaban con fajos de billetes de 500 euros con el rostro del 'expresident' y se los han lanzado por encima.

La jueza recela de la versión del 'expresident', ya que considera "sospechoso" que los fondos investigados provengan de una herencia sobre la que la familia no ha aportado ninguna documentación. La defensa argumenta que al tratarse de una donación que hizo el padre de Jordi Pujol, Florenci, a su nuera y nietos no existe constancia de ella en los documentos de la herencia.