Si Pablo Iglesias supera al PSOE el 26-J ofrecerá a Pedro Sánchez la vicepresidencia en un gobierno de coalición que tenga los apoyos suficientes desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa. El secretario general de Podemos ha excluído la posibilidad de pedir una abstención o un apoyo activo a los socialistas para gobernar sin Sánchez, a pesar de que esa es la propuesta que el líder socialista le planteó en las negociaciones tras el 20-D.

"Aunque ganemos, tenderemos la mano al PSOE no para que nos apoyen desde fuera, sino para que estén dentro, con nosotros", ha afirmado Iglesias. "Entiendo que la segunda fuerza política tendría legitimidad para reclamar la vicepresidencia", ha admitido en una enrevista el Telecinco en la que ha incidido en que, siendo "honesto", no puede considerar a Sánchez un adversario, sino "un aliado" potencial con el que se compromete a buscar un pacto tras las elecciones del desempate.

Aunque el acuerdo no fue posible en los cuatro meses de legislatura que alumbraron los comicios de diciembre, Iglesias se muestra ahora optimista y considera que desde una posición hegemónica, si supera al PSOE, logrará forjar un gobierno de cambio en el que Sánchez sea el número dos. El líder morado ha reconocido que se equivocó cuando aludió por dos veces consecutivas al pasado manchado de "cal viva" de Felipe González en el pleno de investidura fallida del socoailista. "En la segunda [mención] me equivoqué. Esa sobraba. Si lo volviera a repetir tendría más control", ha admitido, pero ha señalado la importancia de no caer en una campaña electoral de culpas y reproches.

EL PASADO, EL FUTURO Y LAS SIGLAS

En la recta final de las negociaciones entre Podemos e IU paracerrar una coalición electoral, Iglesias ha lanzado también un mensaje destinado a limar las asperezas que quedan, a ocho días del plazo máximo para registrar el pacto en el ministerio del Interior. El secretario general del partido morado ha insistido en que está dispuesto a esforzarse para alcalzar ese acuerdo y ha aplaudido el comportamiento de Alberto Garzón.

"Alberto está siendo muy generoso y muy sensato", ha señalado en referencia a la posición negociadora del líder de IU en la difícil decisión de cómo encajar los candidatos en las listas. Iglesias, que se ha mostrado reticente a alterar el principio de cremallera e incorporar al malagueño como numero dos por Madrid modificando el orden de cremallera, que alterna hombres y mujeres en el orden de las papeletas para el 26-J. "Es deseable respetar la cremallera. No se debería cuestionar", ha zanjado sobre esa posibilidad para subrayar que la coalición "es algo más importante que las posiciones en la lista".

Más allá de los encajes de candidatos, ha admitido que está dispuesto a asumir las siglas de IU, algo muy controvertido en el partido morado. "Quien aspira a liderar tiene que ser generoso, reconocer y respetar la identidad de otros", ha reconocido, dando a entender que asumirá la marca en la campaña electoral, que, ha pedido, quiere que dirija Íñigo Errejón.

Sobre las críticas de dirigentes de IU reticentes a la coalición, como Gaspar Llamazares, ha considerado que algunos están anclados en el pasado y no representan la voluntad de cambio de la federación de izquierdas. "Llamazares representa el pasado y Alberto el futuro", ha apostillado.

GRUPO PROPIO

Iglesias también se ha mostrado convencido de que las confluencias en Catalunya, Galicia y la Comunidad Valenciana volverán a repetirse el 26-J, a pesar de que sus aliados ya han advertido que estudian presentarse con otra fórmula jurídica que les permita la posibilidad de tener grupo propioen el Congreso de los Diputados. "Hay mucha satisfacción con las confluencias y yo creo que vamos a volver a estar ahí. Hay que seguir en la misma dirección", ha afirmado, para deshinchar el planteamiento de sus socios el 20-D, que ahora analizan presentarse como partidos en vez de como coaliciones electorales para intentar abrir una rendija y conseguir tener voz propia en el Parlamento.