Unidos Podemos ha registrado este viernes su anunciada moción de censura contra Mariano Rajoy abocada al fracaso puesto que solo sumará los nueve votos de ERC y los dos de Bildu,que se mantienen firmes a pesar del jarrón de agua fría tras constatar que el texto no incluye la defensa expresa del referéndum. Encabezando el proyecto, Pablo Iglesias, candidato a presidir el Gobierno de "un nuevo país", quien buscará este sábado en las calles la legitimidad que no logra en el Congreso con su estrategia de oposición disruptiva.

La moción no llegará al pleno antes del 5 de junio. Justo antes, se aprobarán los Presupuestos, lo que constatará que el PP cuenta, a pesar de todo, con una mayoría alternativa que Iglesias no ha conseguido tejer. Los candidatos del PSOE a la secretaría general ya han anunciado que no la apoyarán. Tampoco Ciudadanos ni elPNV. El PDECat todavía no ha decidido su voto.

Desde las filas de ERC confirman a este diario que, aun sin mención al referéndum, serán "generosos", a la espera de que En Comú Podem ayude con la consulta en Catalunya. "Nos pidieron ayuda en una moción sin fecha, sin candidato y sin programa, y nos dijeron que no podían apoyar un referéndum sin información", explican los republicanos. A pesar de esto, aducen que les apoyarán. "Porque somos valientes y somos demócratas", alega su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián. Las conclusiones son de interpretación libre.

JUSTO ANTES DE LA MANIFESTACIÓN

La ausencia de apoyos parlamentarios espolea la insistencia de Iglesias y los suyos en enmarcar la iniciativa en un choque de legitimidades, la soberanía parlamentaria frente a la popular, que se evidenciará este sábado en la concentración en la Puerta del Sol de Madrid como amortiguador del fracaso en el hemiciclo.

Queda para la reflexión si presentar la moción en la antesala de las primarias del PSOE -este domingo- acaba beneficiando a Podemos e hiriendo al PSOE o actúa contra los morados.

Iglesias sabe que perderá la votación en el Congreso, pero confía en ganar el debate y los galones como líder de la oposición. Ante quienes le afean que pierde una bala de oro, recuerda que la Constitución le permite registrar una moción en cada periodo de sesiones. La duda es cuánta legitimidad y cuánta credibilidad puede mantener perdiendo las batallas del corto plazo. Iglesias sabe, a ciencia cierta, que esta moción va a marcar su devenir como líder.

EL DISCURSO

Lo que guarda bajo llave es qué tipo de discurso va a plantear. A quién se va a dirigir: a los partidos (a quienes da por perdidos) o a los ciudadanos. Nadie sabe si un dirigente con esa capacidad magnética de contagiar emociones en un discurso deconstituyente puede, también, convencer con un relato necesariamente constructivo, puesto que debe detallar un programa de Gobierno real. Y falta constatar si Rajoy le concederá el placer de debatir o mandará a un subalterno.

El portavoz popular, Rafael Hernando, ha demostrado su capacidad de sacar de quicio a Iglesias y arrastrarle a su imagen más agresiva. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha revelado como la más hábil en hurgar en las heridas abiertas de las almas de Podemos.