“Este año estamos todos tranquilos”. La frase de Ramon Freixa, camino de Marbella, donde esta noche se dará a conocer la guía Michelin del 2015, refleja a la perfección el estado de ánimo del mundo gastro. Todos saben que la biblia roja no coronará ni castigará a ningún triestrellado, así que este año la presión mediática se ha rebajado muchos enteros.

Queda, pues, el juego de adivinar a quiénes les caerán las segundas (se habla de entre dos y tres agraciados). Ángel León tiene números en las quinielas de los chefs por su original y atrevida apuesta por cocinar el mar en Aponiente (El Puerto de Santa María), a Dos Cielos, de los hermanos gemelos Sergio y Javier Torres, algunos le darían ya una segunda, y Nandu Jubany parece resignado, una vez más, a ver cómo le niegan el ascenso Can Jubany (Calldetenes).

También suenan Cenador de Amós (Villaverde de Pontones, Cantabria) e incluso se especula con que Dstage, de Diego Guerrero (Madrid), que llegó a lucir dos cuando dirigía El Club Allard, pase de cero a dos en los cuatro meses y medio que lleva abierto. En fin, especulaciones para pasar el rato hasta la gala de esta noche a las 20.30 horas. Lo que es seguro es que tampoco habrá ‘bi’ que pasen a tener una estrella.

Y queda también la curiosidad de saber quiénes entrarán en el Olimpo con un entorchado, con apenas cuatro o cinco restaurantes catalanes entre los elegidos. ¿Cuáles? El silencio es absoluto.

Los responsables de la guía aseguran que, como la lotería, las estrellas estarán muy repartidas por toda la geografía, y que serán muchas (algo más de una veintena, alguna en Catalunya), lo que certifica la pujanza de la cocina española. “Demuestra que se están haciendo las cosas bien desde abajo, que se amplía el nivel por la base, con proyectos atrevidos de gente joven que serán los nuevos dos y tres estrellas dentro de unos años”, comentan fuentes de la firma francesa.