El PPC y Ciutadans han iniciado la nueva legislatura en el Parlament a la greña... por un diputado. Y es que los conservadores reclaman a la fuerza naranja que les ceda un escaño para poder formar un grupo propio (el mínimo de parlamentarios para tener grupo es de cinco, y el PPC se ha quedado con cuatro tras las elecciones del 21-D), una petición a la que el partido de Inés Arrimadas se niega en redondo e insiste en que únicamente apoyará que los populares tengan un subgrupo dentro del Mixto.

«Señor Albert Rivera, que no, que no es eso. Que no necesitamos que usted nos apoye para tener subgrupo parlamentario, eso ya lo tenemos ‘por ley’. Necesitamos tener GRUPO PARLAMENTARIO (sic)», tuiteó el miércoles el líder del PPC, Xavier García Albiol.

El malestar de los populares ha llegado hasta Madrid, donde incluso la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tomado cartas en el asunto. En declaraciones a la COPE, Sáenz de Santamaría aseguró ayer no entender la posición de Ciudadanos. «Esto no es una carrera por quién es el primero en el constitucionalismo, sino para que el constitucionalismo en Cataluña sea el primero», afirmó antes de remachar: «Cuantos más soldados seamos en la defensa de la Constitución, más posibilidades tendremos de ganar».

Mayoría absoluta

Los populares argumentan que con la negativa de Ciudadanos de cederles un diputado se facilita que Junts per Catalunya y Esquerra Republicana tengan mayoría absoluta en las comisiones parlamentarias, cuando no la tienen en el pleno. En cambio, si el PPC tuviera grupo propio, las dos formaciones independentistas necesitarían, al menos, el apoyo de la CUP.

Tras reunirse con el nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, Xavier García Albiol, insistió en la «falta de patriotismo» de Ciudadanos por no ayudar a los populares a tener grupo propio en el Parlament y afeó a Inés Arrimadas que se no presente como candidata «constitucionalista» a la investidura, lamentando que «quien ha ganado las elecciones haya renunciado a intentarlo», en alusión a Ciudadanos.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, también está cargado duramente estos días contra el partido que preside Albert Rivera. Sin ir más lejos, ayer censuró la «mezquindad» de Rivera y recordó la «generosidad» de los conservadores al permitir que Ciudadanos presida tres comisiones en el Congreso de los Diputados.

Pero el partido naranja no está cediendo a la presión. En una entrevista en TV-3, Arrimadas realizó una pirueta dialéctica y consideró que entregar un diputado al PPC costaría a las arcas públicas 800.000 euros, que es la subvención que recibirían los populares en compensación por el buzoneo de la campaña. Cada partido tiene derecho a percibir 0,17 euros por votante de una circunscripción electoral siempre que haya obtenido escaño en dicha circunscripción y haya logrado formar grupo parlamentario.

Respecto a los desplantes de Hernando a Ciudadanos, Arrimadas los despachó señalando: «Pobrecitos, han sacado el peor resultado de su historia, no quiero meter el dedo en la llaga».