Mariano Rajoy ha intervenido el PP de Madrid para intentar acabar con 15 años de dosieres y espías que explosionaron el pasado 25 de abril con un vídeo en el que supuestamente Cristina Cifuentes robaba en un hipermercado. El líder de los conservadores ha elegido a una persona de su total confianza, Pío García Escudero, actual presidente del Senado, para llevar las riendas del partido regional hasta las elecciones autonómicas y municipales del 2019. No le viene de nuevas. García Escudero ya ocupó ese cargo entre 1993 y 2004. En el Ejecutivo, Rajoy ha apostado por la continuidad y ha dejado a Ángel Garrido, número dos de Cifuentes, que asumió la presidencia en funciones cuando dimitió la exjefa del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno central no se ha decidido por una gestora propiamente, pero ha elegido un sistema que se le parece: el artículo 40.e de los estatutos del PP otorgan al comité ejecutivo nacional (es decir, al político gallego) la posibilidad de hacer y deshacer en las organizaciones territoriales "a través de las personas que designe". Y, en este caso, Rajoy ha decidido que esas dos personas sean García Escudero, como presidente del partido regional, y Juan Carlos Vera, un miembro del núcleo duro de Génova como secretario general.

El acta de diputada de Cifuentes

En Génova se empeñan en insistir que no es una gestora, porque eso supondría hacer un equipo totalmente nuevo y aquí puede que continúen algunos de los cargos. "En este caso cambia la dirección, pero se mantienen los órganos del partido. El presidente [García Escudero] y el secretario [Vera] nombrarán nuevos vicesecretarios o no...", ha declarado ante la prensa Fernando Martínez Maillo, coordinador general del PP.

El congreso del partido regional se celebrará después de las elecciones de la próxima primavera, ha subrayado Maillo.

Fuentes de los populares confían en que Cifuentes dé un paso atrás y decida dejar también el acta como diputada antes de la sesión de investidura, que calculan que se celebrará en torno al 17 de mayo.

La lealtad de Garrido

El pasado miércoles, el Dos de Mayo, Garrido declaró en una entrevista con Telemadrid que fue "leal" a Cifuentes (le defendió con ahínco cuando estalló el escándalo por el máster fantasma), pero que eso no le "inhabilita" para ser "leal y honesto" a otros dirigentes, porque "se trata de un proyecto" político.

Garrido (Madrid, 1964) ya fue también fiel a Esperanza Aguirre, puesto que desde 2011, con la lideresa como principal dirigente del PP madrileño, empezó a asumir cargos de importancia como el de la presidencia del pleno del Ayuntamiento de la capital (entre 2011 y 2015). Ya en mayo de 2015 pasó al Parlamento y colaboró en las negociaciones con Ciudadanos para lograr un acuerdo de investidura.

Un aspirante 'limpio'

Está previsto que el elegido mantenga un encuentro con el Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid antes de que la presidenta de la Cámara regional, Paloma Adrados, comience la ronda de contactos, por deferencia con sus compañeros.

Adrados se verá en torno a las 18 horas con los grupos parlamentarios por orden de representación. Así, el PP será el primero y tras él lo hará el PSOE. El martes por la mañana será el turno de Podemos y Ciudadanos. Este último debe dar el visto bueno al candidato propuesto por los 'populares' puesto que son necesarios sus votos para investirlo.

Como única condición los naranjas han pedido que la persona elegida esté "limpia" y que no tenga sobre sus espaldas "casos de corrupción". Asimismo, desde Ciudadanos ya han mostrado su predisposición a que el acuerdo de investidura siga en pie y que el PP siga cumpliendo, "como hasta ahora", las medidas.

Maillo ha telefoneado al secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, para "comunicarle" el nombre del designado, no para "consultárselo", ha concretado.

El líder de los naranjas, Albert Rivera, estaba ofreciendo una rueda de prensa cuando se ha conocido la noticia y ha confirmado su apoyo a Garrido porque, "que se sepa", no está involucrado en ninguna trama de corrupción.